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Logran detectar el VIH solo una semana después de la infección

P. M.

Jueves, 16 de febrero 2017, 00:12

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Un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha desarrollado y patentado un biosensor capaz de detectar el virus del sida solo una semana después de que se haya producido la infección, lo que es tremendamente importante, porque la detección temprana es «clave para mejorar la eficacia de los antiretrovirales», así como para «prevenir la propagación de la enfermedad». Este sensor, que advierte en sangre el antígeno p24 -una proteína presente en el VIH tipo 1- en concentraciones hasta 100.000 veces inferiores a las que necesitan los sistemas actuales, también está siendo empleado en la detección precoz de algunos tipos de cáncer. La tecnología, de cuyo desarrollo se dan todas las claves hoy en la revista médica 'PLoS One', permite obtener los resultados clínicos el mismo día en que se obtiene la muestra, ya que el tiempo total del ensayo es de apenas 4 horas y 45 minutos.

«El chip en sí mismo, la parte física, es el mismo para las pruebas de VIH que para la de los biomarcadores de cáncer. Lo que cambia es la parte química, la solución que colocamos para que reaccione según lo que estamos buscando», señala el investigador del CSIC Javier Tamayo, que trabaja en el Instituto de Microelectrónica de Madrid. Cuentan los expertos que este biosensor combina estructuras micromecánicas de silicio con nanopartículas de oro, ambas funcionalizadas con anticuerpos específicos al antígeno p24. Al final del inmunoensayo, el p24 es atrapado a modo de 'sándwich' entre las nanopartículas de oro y las estructuras micromecánicas de silicio. Las primeras presentan resonancias ópticas conocidas como plasmones, que son capaces de dispersar la luz con mucha eficiencia y se han convertido en una de las estructuras que más interés han despertado en la última década en el campo de la óptica. Las estructuras micromecánicas son excelentes sensores mecánicos capaces de detectar interacciones tan pequeñas como las fuerzas intermoleculares. Una combinación que produce señales mecánicas y ópticas para detectar el p24 que se amplifican la una a la otra produciendo una extraordinaria sensibilidad.

¿Cómo es el experimento?

Se inicia incubando sobre el sensor un mililitro de suero humano durante una hora a 37 grados de temperatura, para permitir la unión de los antígenos p24 de VIH-1, si los hubiera, a los anticuerpos de captura ubicados en la superficie del sensor. Tras esto se vuelve a incubar, pero en este caso con nanopartículas de oro, a 37 grados durante 15 minutos, para el marcaje de las proteínas p24 capturadas. Finalmente, el material resultante se somete a un enjuague para eliminar las partículas que no se han unido. «Es realmente rápido, por lo que, para confirmar el diagnóstico se podrían incluso repetir las pruebas y los resultados clínicos podrían estar el mismo día del control médico», explica Tamayo.

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