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Mayores practicando yoga.
La fragilidad ósea y el deterioro articular se pueden prevenir con actividad física

La fragilidad ósea y el deterioro articular se pueden prevenir con actividad física

Junto a la prevención, también cabe destacar para un envejecimiento saludable las técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas, la mejora de las prótesis articulares y los avances en tratamientos de fisioterapia, ya que permiten recuperaciones más cómodas y breves en el paciente mayor

redacción

Lunes, 10 de octubre 2016, 13:46

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En España, más del 18% de la población supera los 65 años. El aumento progresivo de la esperanza de vida es una tendencia mundial, y una vida más longeva debe ir acompañada de salud, tanto física como emocional: «La persona de edad no solo debe prestar atención al sistema musculo-esquelético, sino que ha de acompañarlo del cuidado de su estado de ánimo», asegura el doctor Ángel Villamor, traumatólogo y director médico de iQtra Medicina Avanzada, «por ello conviene buscar actividades físicas adecuadas a las articulaciones, la calidad ósea y músculo-tendinosa del paciente mayor, pero que a la vez sean motivadoras y lo más socializantes posible».

Además de insistir en la importancia de la prevención, el especialista recuerda que el diagnóstico y la recuperación de lesiones en personas de edad ha mejorado en los últimos años gracias a los avances en las técnicas quirúrgicas, las nuevas prótesis y la aplicación de la medicina deportiva al paciente de a pie.

Riesgos a partir de los 60

A partir de los 60 años de edad los principales riesgos para la salud del sistema locomotor son el deterioro articular (artrosis), la fragilidad ósea (osteoporosis), la inestabilidad y lentitud de reflejos neuromusculares (que provocan tropiezos o caídas) e incluso factores como el sedentarismo y el desánimo.

Para prevenir estos problemas «además de cuidar la dieta y el descanso» es fundamental mantenerse activo en esta etapa de la vida, pero no con cualquier tipo de deporte: «Al tratarse de personas de edad, es preferible no hablar de ejercicio y sustituirlo por el término más natural y menos competitivo de actividad física», explica el doctor Villamor. «A partir de los 60 años debemos evitar las actividades de impacto articular como la carrera, o los cambios de dirección bruscos de los deportes de raqueta. El rodamiento articular suave que producen la bicicleta o la natación es ideal para activar la nutrición de las articulaciones».

La práctica del yoga, que propicia los estiramientos, es también una actividad recomendable y entretenida para evitar la rigidez músculo-tendinosa que se desarrolla con la edad, adecuándola siempre a la condición física de cada persona.

Tratamientos punteros

Tanto en el momento de prevenir los problemas articulares asociados al avance de la edad, como al tratar las lesiones que se produzcan en esta etapa, los últimos avances en traumatología y fisioterapia suponen un salto cualitativo en la calidad de vida del paciente mayor:

Fisioterapia. «En este campo actualmente se desarrollan protocolos específicos para la persona de edad, basados en ejercicios suaves y adecuados, siempre haciendo hincapié en el entrenamiento de la coordinación y el equilibrio», explica el director médico de iQtra.

Infiltraciones articulares de ácido hialurónico, plasma rico en factores de crecimiento o células madre. Según afirma el doctor Villamor, sus resultados son esperanzadores a la hora de aliviar el dolor y prolongar la vida de articulaciones u otros tejidos en proceso de deterioro.

Nuevas prótesis articulares. No solo han mejorado en el diseño (más anatómico) sino principalmente en la durabilidad de los materiales, llegando a duplicar o triplicar su vida útil. «De esta manera, en muchos pacientes la colocación de una prótesis puede ser definitiva para el resto de su vida. Estos modelos permiten incluso tratar a pacientes afectados de deterioro articular a edades tempranas», explica el doctor.

Técnicas quirúrgicas. «Con la mejora y el afinamiento de las técnicas mínimamente invasivas, conseguimos operaciones menos agresivas que ofrecen mejores resultados» lo que brinda, insiste el traumatólogo de iQtra, una «menor probabilidad de secuelas y una recuperación más cómoda y rápida».

«La práctica de la traumatología deportiva aplicada a cualquier paciente, permite ofrecer la mayor comodidad posible, agilidad en el proceso y principalmente luchar por evitar cualquier secuela, asumiendo desde el primer momento que cada paciente es, en su medida, un perfecto atleta de su día a día», explica el doctor Villamor.

Los recursos avanzados de la medicina deportiva pueden aplicarse actualmente a pacientes mayores «siempre y cuando los modos de actuación y los tiempos de recuperación se adapten de forma personalizada a cada caso», concluye.

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