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El abogado del brigadista dice que el Gobierno le ha colocado «en la diana de grupos neonazis»

El abogado del brigadista dice que el Gobierno le ha colocado «en la diana de grupos neonazis»

El letrado y el entorno de Rafael Muñoz afirman que «se ha vulnerado su presunción de inocencia» y que acudió a Ucrania «en labor humanitaria»

OCTAVIO VILLA

Domingo, 1 de marzo 2015, 01:22

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Antonio Segura, el abogado de Rafael Muñoz, el madrileño afincado en Gijón que fue detenido el viernes por haber acudido con otros siete compañeros como brigadista internacional a Ucrania, aseguró ayer que el Gobierno le ha situado «en la diana de grupos neonazis» al dar a conocer su nombre completo y que la Policía Nacional le acusa de ser cómplice de asesinatos en ese país en el marco del conflicto entre los separatistas prorrusos y el ejército ucraniano.

También los amigos de Rafael Muñoz se manifestaron ayer en el mismo sentido, y pusieron el acento en que «fue una detención arbitraria, que se produjo a las seis de la mañana porque el ministro del Interior quería abrir los telediarios con la operación. No le pusieron delante de un juez y no le soltaron hasta pasadas catorce horas, después de los informativos de la noche, para que no se le pudiera ver en las televisiones puesto en libertad».

El propio Rafael Muñoz no quiso hacer declaraciones, si bien comunicó a sus amigos que está «tranquilo y con ganas de volver a su vida normal, a su trabajo, sus aficiones y a estar con sus amistades, después de catorce horas de tensión y sin comprender por qué se ha causado tanto revuelo». Explican también que tras su vuelta de Ucrania, que se habría producido en diciembre, «había encontrado trabajo y estaba feliz y contento, así que alguien tendrá que responder sobre por qué se le trunca su vida laboral con una detención arbitraria como la del viernes».

Tanto el abogado defensor como los amigos de Muñoz aducen que el joven, de 27 años y trabajador social, una carrera que «estudió por vocación», había acudido a Ucrania con sus compañeros «en labor humanitaria, como la persona comprometida que es». Preguntados por las tareas concretas que ejerció Muñoz en la zona en conflicto entre los separatistas prorrusos y el ejército ucraniano, manifestaron que «se dedicó a actividades como ayudar en las evacuaciones y el reparto de medicinas y comida», si bien no vincularon dichas tareas a ninguna organización humanitaria en concreto. Es más, sobre las abundantes fotografías que circulan en las redes sociales de Rafael Muñoz y de sus siete compañeros vestidos con ropa militar, armas (desde subfusiles a un lanzagranadas) o con una bandera republicana en la que se lee el lema 'no pasarán', argumentaron que «en un conflicto bélico, no todo funciona como en un mundo normal. Todo se debe a la propaganda». Nada más.

Eso sí, al respecto de las acusaciones efectuadas por la policía contra Muñoz y sus compañeros, tres de los cuales son exmilitares del Ejército de Tierra, en particular la de ser copartícipes en la comisión de asesinatos en la zona en conflicto, expresaron que «no se puede negar algo que es absurdo, porque sería tanto como darle algún tipo de credibilidad, de la que carece. Alguien con un mínimo de sentido común se daría cuenta de que es completamente falso», mientras que el letrado Antonio Segura insistió en que «se ha vulnerado su presunción de inocencia», y que las acusaciones de la policía no suponen que se le imputen cargos judiciales, dado que «eso lo tiene que hacer un juez».

Decisión de «ambito personal»

Segura, que es habitualmente letrado de Izquierda Unida, formación de la que es militante Rafael Muñoz, coincide en sus planteamientos con la formación a nivel local y regional. Desde IU de Gijón se emitió ayer un comunicado en el que manifiesta su «apoyo al militante y compañero Rafa Muñoz, cuya presunción de inocencia está siendo vulnerada. Frente a un posible uso propagandístico o meramente mediático de estas detenciones por parte de la Administración, IU reclama rigor y objetividad en las acciones policiales», por lo que confía «en que todo el asunto se aclare en el menor tiempo posible».

También se expresó de forma similar el coordinador regional de la formación, Manuel González Orviz, que calificó la actividad de Muñoz en Ucrania en «una decisión de su ámbito personal», a la vez que negó que IU vaya a adoptar cualquier posible medida provisional de suspensión de militancia: «Seguirá como afiliado», afirmó, mientras no haya una sentencia contra él.

Un viaje con estafa incluida

En agosto pasado, Rafael Muñoz y sus compañeros, de los que la policía afirma que están altamente ideologizados, saltaron a la escena pública como creadores de lo que dieron en llamar Brigada Carlos Palomino, en reconocimiento a un joven antifascista asesinado en Madrid por un militar de ideología neonazi cuando acudía junto a otros radicales a reventar una manifestación de extrema derecha. Se trataba de preparar el desplazamiento a Ucrania, que se les complicó, al punto de que Rafael Muñoz tuvo que vender su vehículo para costearselo.

Según recoge ABC, el propio Rafael Muñoz relató que tras salir de Madrid, junto a otros dos de sus compañeros, hicieron escala en Barcelona pero en este punto, uno de los brigadistas no se pudo subir al segundo avión por problemas en su pasaporte.

Una vez en Kiev, siempre según la versión citada de Rafael Muñoz, se toparon con el segundo problema: La compañía aerea había perdido el equipaje del reducido grupo. Afanados en su búsqueda perdieron el tren que debía llevarles directamente a Donetsk, y que habían comprado a través de internet. El caso es que se vieron obligados a permanecer en Kiev cinco días, «alojándonos en un hotel barato cercano al aeropuerto» mientras esperaban recuperar sus maletas. Así que tuvieron que cambiar los billetes de tren hasta en dos ocasiones. «Todo ello nos supuso un gran desembolso, a lo que hay que añadir que, al no contar la Estación Central Vokzal con personal que hablase inglés, fuimos víctimas de una estafa por parte de un habitante de la capital que fingió ayudarnos», recordaba así Rafael Muñoz sus calamidades, hasta el punto de que en un momento estuvo a punto de cancelar el desplazamiento a la guerra y regresar a España.

En todo caso, Rafael Muñoz colgó en verano pasado varios vídeos en las redes sociales en los que anunciaba que él y su compaero Ángel Davilla-Rivas, de 22 años, se habían unido al batallón Vostok, a las órdenes de Igor Strelkov, jefe de las Fuerzas Armadas de la República Popular de Donetsk. Y en ellos afirmaba que «después de pasar unos días complicados solo puedo prometer que daré todo lo que soy por este pueblo», en referencia a los separatistas del este de Ucrania.

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