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La entrada del IES Ciudad de Jaén, en el madrileño barrio de Orcasur.
«Estoy cansada de vivir»

«Estoy cansada de vivir»

Varios compañeros de clase recibieron mensajes de despedida en sus móviles poco antes de que la joven que sufría acoso escolar en clase se quitase la vida

Daniel Roldán

Martes, 26 de mayo 2015, 03:17

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«Estoy cansada de vivir». «No os metáis en líos». Estas dos frases llegaron a primera hora de la mañana del viernes a los móviles de unos cuantos adolescentes a través de un grupo de WhatsApp que compartían. Todos sabían lo mal que lo estaba pasando su amiga, de 16 años, por culpa de dos compañeros en el IES Ciudad de Jaén, del madrileño barrio obrero de Orcasur. La última jugarreta fue verter una botella de agua sobre ella en los pasillos. Pocos podían imaginar que ella decidiera ese viernes arrojarse al vacío desde un sexto piso para acabar con su vida, harta de que nadie hiciera nada por evitar el acoso que sufría cada día.

Una situación que, según las primeras investigaciones, se podía haber atajado si se hubieran activado los protocolos para terminar con el acoso escolar dentro del instituto y fuera. Porque los compañeros de la joven y la asociación de padres y madres denunciaron este lunes, a las puertas del centro educativo que era vox populi lo que estaba ocurriendo.Sin embargo, los compañeros de clase de esta joven con discapacidad aseguraron que no se hacía nada.Algo, que el director rebatió. «El centro se ha volcado en esta alumna, se ha atendido a su diversidad, y se ha estado atento a resolver todos los problemas que la han surgido; se han detectado y se han puesto todas las medidas posibles para resolverlos», aseguró Luis Carlos Pérez Aguado, director del Ciudad de Jaén, en un comunicado. «Tenemos la conciencia tranquila de haber ello todo lo posible para ayudarla», afirmó en el texto en el que trasladaba sus condolencias a la familia de la fallecida, aseguraba que había sido «un duro golpe para todos» y pedía «respeto y ayuda para seguir luchando contra todo el dolor y la crispación» que ha generado el fallecimiento de la estudiante.

Pese a las explicaciones de Pérez, los luctuosos hechosprovocaron una apertura de expediente y su cese fulminante por parte de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid. Aseguran que el director había incumplido el protocolo de actuación porque «conocía el caso previamente y no elevó la denuncia a la dirección de área territorial o a la inspección educativa». Unas medidas que se pueden ampliar, ya que los alumnos aseguraban que la jefa de estudios y algunos profesores conocían la situación de la alumna. Fuera de las aulas, tampoco funcionó la respuesta policial. La familia de la joven denunció hace un mes en la comisaría de Usera la situación: estos alumnos la humillaban, la obligaban a hacer trabajos e incluso le pedían dinero para pagar sus bonos de transporte. Unos días antes del suicidio, la familia amplió esta denuncia. Lamentablemente, no sirvió de nada.

Esta tragedia, todavía en investigación, ha provocado las quejas de numerosos colectivos.El IES Ciudad de Jaén era un centro «de referencia» para la integración de alumnos con discapacidad motórica, pero acumulaba «denuncias previas de vulneración de los derechos del alumnado con discapacidad».

Por su parte, la AMPA del instituto denunció que no ha recibido «ningún apoyo ni recurso específico de la Consejería de Educación», a la que advirtieron «hace siete meses» sobre la situación del centro. En una carta, enviada también a a la Fiscalía de Menores, los padres y madres denunciaban la falta de espacio en el instituto, que cuenta ahora con 2.000 alumnos cuando en 2008 tenía 691. También criticaron el deterioro y la deficiencia de las instalaciones o la insuficiencia de recursos humanos.Solo trabaja en el centro un orientador, muy por debajo de la ratio recomendaba. Como suele suceder en estos casos, hasta que la desgracia no llega, no empiezan a tomarse medidas. Lamentablemente, no es el primer caso que sucede. En Gijón, la joven Carla, de 14 años, también se quitó la vida en 2013 tras sufrir episodios similares en su colegio.

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