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Árboles para atrapar el CO2

Árboles para atrapar el CO2

Son los jóvenes los que absorben dióxido de carbono rápidamente mientras crecen y a medida que envejecen alcanzan la estabilidad por lo que pierden en la respiración

arantxa herranz

Madrid

Sábado, 16 de junio 2018, 09:45

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Una de las formas prácticas de combatir el cambio climático es plantar más árboles para sacar más carbono de la atmósfera (siempre que los árboles estén plantados en el lugar correcto). Los árboles absorben dióxido de carbono que atrapa el calor a medida que crecen y lo liberan cuando se queman o se pudren. Eso hace que los bosques, desde el Amazonas hasta Siberia, sean grandes reservas naturales de gases de efecto invernadero.

Los árboles más jóvenes absorben dióxido de carbono rápidamente mientras crecen. Sin embargo, a medida que un árbol envejece, se alcanza un estado estable en el que la cantidad de carbono absorbida por la fotosíntesis es similar a la que se pierde por la respiración y la descomposición. Si los árboles se cosechan cuidadosamente cerca de este momento en el ciclo de crecimiento, y se plantan árboles nuevos o se permite su regeneración, esto puede mantener al bosque como un «sumidero» neto de carbono. Por lo tanto, una gestión forestal cuidadosa puede significar que los bosques pueden absorber la mayor cantidad posible de carbono.

Aprovechar la naturaleza

La plantación de bosques es una de las actividades que aprovechan del poder de la naturaleza para limitar el calentamiento global. Además, es una de las opciones que más se está empleando para lograr los objetivos del acuerdo de París 2015.

Las soluciones climáticas naturales, que también incluyen la protección de las zonas que almacenan carbono y un mejor manejo de los suelos y pastizales, podrían representar el 37% de todas las acciones necesarias para 2030. Estas dos medidas, destinadas a hacer que el planeta sea más verde, podrían ser el equivalente a detener toda la quema de petróleo en todo el mundo, según un estudio publicado en la revista estadounidense Proceedings of the National Academy of Sciences. «Una mejor administración de la tierra podría tener un papel más importante en la lucha contra el cambio climático de lo que se pensaba anteriormente», asegura el equipo internacional de científicos que ha realizado este informe.

Según sus cálculos, los efectos positivos de la plantación de bosques fueron un 30% más altas que las previstas en 2014, por un panel de científicos climáticos de EE UU.

Innovación de China

Por eso, se considera que simplemente con una mejor gestión de la naturaleza se podría evitar 11.300 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono al año para 2030, según el estudio. Por hacernos una idea, es una cantidad equivalente a las actuales emisiones de dióxido de carbono de China por el uso de combustibles fósiles. En esta lucha contra el cambio climático, se intentan buscar nuevas soluciones para la eliminación del dióxido de carbono.

¿Y si los árboles no son la solución?

Pese a que todo el mundo da por sentado que los árboles pueden ayudar en la lucha contra el cambio climático, hay estudios que aseguran que los árboles no son suficiente. Es más, alertan de que la plantación de más árboles en zonas verdes no es solo insuficiente, sino que incluso puede llegar a ser contraproducente.

Y no es solo una cuestión de que no pueden absorber las cantidades cada vez mayores de dióxido de carbono en la atmósfera. Según los expertos del Instituto de Potsdam (Alemania), aunque es cierto que los árboles pueden absorber el carbono liberado por la combustión de fósiles, realizar tales plantaciones ocuparían tanta extensión de terreno que ello tendría unos costes ambientales «devastadores». Por ejemplo, si los bosques se plantaran en tierras productivas, los humanos perderían los suelos que se necesitan con urgencia para alimentar a una población de 9.000 millones de personas. Si los árboles se plantaran en terrenos menos productivos, los costes necesarios en agua y fertilizantes nitrogenados serían también muy altos.

Por eso, según estos investigadores, la única manera de contener «de verdad» el calentamiento global es imponer recortes drásticos en las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera.

En China, por ejemplo, están trabajando en capturar millones de toneladas de dióxido de carbono generadas por sus plantas de energía y acero para usar en la extracción de petróleo crudo de los campos petrolíferos cada vez más áridos del país.

La primera piedra de esta estrategia, según informaba el Financial Times, es la construcción del Proyecto de Almacenamiento y Captura de Carbono Integrado Yanchang, cuya puesta operativa se prevé para este mismo 2018. Se prevé que Yanchang capturará 410.000 toneladas de carbón al año de una planta del carbón a gas en la provincia de Shaanxi.

Con esta medida se pretende reducir las emisiones derivadas del proceso de conversión del carbón y de uso intensivo de agua, que utilizan las plantas de carbón a gas. El carbono capturado se transportaría en camión 140 km a los yacimientos de Qiaojiawa con 20 toneladas por vez, lo que convertiría al proyecto Yanchang en el primer proyecto de captura y almacenamiento de carbono de 'cadena completa' (CCS).

9 millones de toneladas

China tendría otros siete proyectos similares en tramitación, que almacenarían un total de 9 millones de toneladas de CO2 al año. Cuatro de este total de ocho proyectos son para plantas de carbón a gas. Sin embargo, China considera que estas plantas también tienen un atractivo económico, puesto que se les puede extraer una vena comercial: los millones de toneladas de carbono capturado se pueden bombear al suelo para extraer petróleo.

Los defensores promocionan este método de recuperación de petróleo mejorado de almacenamiento de carbono como un sistema en el que ganan todas las pares, tanto desde el punto de vista de las emisiones como desde el punto de vista comercial.

Usar carbón capturado para extraer petróleo no es un proceso nuevo, aunque no se ha puesto en práctica en la industria, en parte porque aún se necesita investigación para demostrar que esta puede ser una tecnología económicamente viable.

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