La Nobleza de Asturias premia a la ópera de Oviedo y a la revista ¡Hola!
La Orden del Santo Sepulcro, Viana y el Regimiento de Infantería Asturias completan la nóminaFrancisco de Borbón fue el encargado de entregar cada galardón a su beneficiario, tras la ceremonia de ingreso de nuevos integrantes
P. M.
Domingo, 14 de octubre 2012, 04:41
El Cuerpo de la Nobleza del Principado de Asturias celebró ayer su día grande, con una solemne ceremonia en el templo de San Tirso, La Real, de Oviedo, al que fueron invitados sus cerca de doscientos miembros, contando con los doce hombres y tres mujeres que cumplimentaron ante el altar de la iglesia capitalina su esperado juramento. Cada uno con su padrino o su madrina, unos marqueses, otros condes y todos ilustrísimos, dibujaron un ritual que fue el broche de oro a la celebración eucarística con la que cada año comienza la cita de los nobles.
Después, otro escenario y otra misión. Ya no ampliar la lista de la que es consejero magistral el duque de Sevilla, Francisco de Borbón, sino aplaudir con sus premios anuales las acciones de una serie de instituciones que trabajan en pro de la excelencia, entre las que fueron destacadas la Ópera de Oviedo, con el Premio Carreño Miranda, y la revista '¡Hola!', con el Conde de Campomanes. La primera «por su labor en las bellas artes», la segunda por su hacer económico como empresa. Fue precisamente Francisco de Borbón el encargado de ponerlos en las manos elegidas.
Para abrir boca, el duque de Sevilla entregó, en el Real Club de Tenis, segundo escenario de la jornada, el Premio Conde de Latores «a la labor humanitaria» a la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén, representada ayer por su lugarteniente, el duque de San Pedro de Galatino.
El denominado Premio Trelles-Villademoros, a la labor cultural, recayó en el Ayuntamiento de Viana, y fue recocido por Gregorio Galilea y Arazuri, su alcalde. De la misma forma se hizo entrega a Juan González de Quirós y Sánchez del Río, de la Gran Cruz de la corporación, «por los méritos contraídos a favor de la misma» y se otorgó la Corbata del Cuerpo de la Nobleza, al Regimiento de Infantería Mecanizada Asturias y a su primer jefe, el ilustre asturiano Álvaro Navia-Osorio y Vigil, vizconde del Puerto y marqués de Santa Cruz de Marcenado.