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Contador saluda en el podio del Dauphiné.
La Audiencia sentencia que los ciclistas no deberán dar a conocer su ubicación de forma «permanente»
Dopaje

La Audiencia sentencia que los ciclistas no deberán dar a conocer su ubicación de forma «permanente»

Los jueces no cuestionan «el deber de localización del deportista» ni «la existencia de controles antidopaje», pero deciden a favor del derecho a la intimidad

Javier Bragado

Miércoles, 2 de julio 2014, 13:46

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La lucha contra el dopaje en España ha encontrado un nuevo matiz. A petición de la Asociación de Ciclistas Profesionales (ACP) la Audiencia Nacional ha establecido que los corredores deben comunicar su ubicación sólo cuando se refieran «a una localización habitual». Es decir, que los ciclistas deberán trasladar a las comunidades competentes sus lugares de entrenamiento pero no otras situaciones geográficas «debido a la falta de necesidad y proporcionalidad del mismo».

La estimación parcial de la Audiencia Nacional se contextualiza dentro de las nuevas leyes antidopaje adoptadas por el gobierno español. Las últimas iniciativas enfocaron la persecución de las prácticas fraudulentas en paralelo a las exigencias del código de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) y las recomendaciones del Comité Olímpico Internacional (COI) para la candidatura de Madrid 2020. En esta norma se establece que el deportista debe comunicar el lugar en que se encuentra cada día del año y una hora en la que estará disponible en dicha ubicación para posibles análisis por sorpresa. De hecho, en los últimos tiempos algunos deportistas ya han recibido sanciones por no estar localizables cuando las autoridades antidopaje les requirieron para efectuar análisis. El caso más llamativo fue el del danés Michael Rasmussen, líder del Tour de Francia de 2007, quien fue sancionado por su federación por no estar disponible para dos controles por sorpresa y fue expulsado por su equipo tres días antes de terminar la ronda en la primera posición de la clasificación general.

En España, uno de los que más se ha quejado al respecto es Alberto Contador. «Estar localizable vulnera los derechos más elementales. Hay que poner control a esto. La lucha contra el dopaje es buena y a ver si sirve para conseguir credibilidad, pero hay que tener derecho a la intimidad», dijo el madrileño en 2008. Precisamente, esos han sido los argumentos que ha aceptado la Audiencia Nacional en el recurso presentado por la ACP en abril de 2013 tras la resolución del 4 de febrero de ese año del Consejo Superior de Deportes (CSD), que aprobó el formulario de localización de deportistas.

No obstante, los jueces reconocen «la existencia de controles de dopaje, o incluso el sometimiento a un deber de localización del deportista». El matiz se encuentra en que la localización debe ser «habitual» y no «permanente» para «proteger el derecho a la intimidad» y debido a que «exceden el contenido legal que se reguló en su día en la ley antidopaje aun considerando el deber de sujeción especial que tiene el deportista como titular de una licencia federativa». Es decir, que el corredor deberá comunicar sus lugares de trabajo pero no su situación geográfica en todo momento: «En esencia alude a la comunicación de una información habitual del lugar de entrenamiento». Asimismo, la sentencia confirma que los datos deben guardarse dentro de la normativa de la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte.

A la tercera, sanción

La sentencia entronca con las declaraciones de algunos deportistas contrarios a tanto control. «Ni siquiera mi madre y mi tío saben a veces dónde estoy, así que mandar un mensaje o estar asustado todo el día por un cambio de planes de última hora, me parece una exageración», dijo en 2009 Rafa Nadal, punta de lanza de los más reticentes. «Está muy mal hecho. Es ridículo. Yo puedo avisarles que estoy en Valencia, pero no estamos todo el tiempo en casa. Si yo esa noche me quiero ir a Almusafes o Jávea (poblaciones del extrarradio de Valencia), no puedo. Si quiero salir no puedo y eso es mi vida íntima. Si lo quieren hacer así, allá ellos, pero es un disparate. No ganan nada, sólo más tensión en los jugadores, en vez de ayudarnos», insistió el balear en un argumento que ha repetido en varias ruedas de prensa. Sin embargo, el tenista obvió que según el Código Mundial Antidopaje los deportistas pueden comunicar su cambio de ubicación por correo electrónico cuando se produzca. Además, los atletas cuentan con el derecho de estar ilocalizables hasta en dos ocasiones, antes de ser sancionados cuando ocurra una tercera vez.

Por otra parte, la Audiencia Nacional ha rechazado recursos parciales de la ACP y mantiene que los menores de edad y los mayores de 75 años también deberán estar sujetos a las leyes antidopaje y a la obligación de escoger una tercera persona para indicar la localización del deportista.

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