«Merece la pena dejarlo en casa»

Bicicletas, patines y patinetes fueron los protagonistas ayer de la primera Marcha no Motorizada de Gijón, que recorrió el Muro desde el Náutico hasta el puente del Piles, para luego dar la vuelta. la iniciativa de la Federación de Asociaciones de Vecinos (FAV) fue la encargada de poner punto y final a los actos de la Semana Europea de la Movilidad. El pelotón estuvo encabezado por Enrique Castro 'Quini', quien demostró menos pericia sobre la bicicleta eléctrica que en las áreas rivales.

Una vez más, las bicis fueron el medio favorito de los casi 500 participantes, todos ellos ataviados con una camiseta roja con el lema: 'Gijón: por una movilidad de primera'. Aunque algunos como Francisco prefirieron el patinete. «Hay que innovar, no vamos a ir todos igual», bromeó. Él, al igual que la mayoría, acudió en familia: «La idea ha sido de mis hijas, nos han convencido a mi mujer y a mí».

También hubo quien se limitó a hacer el recorrido paseando. Una de ellas fue Ángela, quien junto un par de amigas recorrió el Muro sin perder el ritmo de las bicicletas. «Es un placer poder disfrutar alguna vez de la carretera como peatón», señaló. Marisol fue otra de las participantes que optó por hacer la ruta a pie. «Me encantó, y eso que tuve que hacerla con tacones», afirmaba, contenta, tras cruzar la línea de meta.

Pero si alguien llamó la atención del público, este fue un grupo de jóvenes que intentó completar el recorrido a bordo de un carro de cartón. No tuvieron mucho éxito, y abandonaron el invento sin ni siquiera llegar a mitad del trayecto. Eso sí, no se puede negar falta de imaginación porque al verse obligados a retirar el carromato dos de ellos decidieron terminar la marcha encima de unos zancos.

A la llegada al Náutico todos los participantes recibieron como premio un bollu preñau y una bebida isotónica. Luego se realizó el sorteo de una bicicleta y varios balones y camisetas firmadas por la primera plantilla del Sporting. Con esta marcha la asociación vecinal pretendía unirse a los actos del día europeo sin coche «ayudando a concienciar a la gente de que merece la pena dejar el coche en casa, aunque signifique tener que salir diez minutos antes», afirmó su presidenta Teresa Prada.

Queja de los ciclistas

Como no podía ser de otra manera, la marcha sirvió como plataforma para que los cicloturistas exigiesen una vez más una mejora en la red de carriles bici. Fue el caso de Juan y Puri, quienes llevan más de 40 años sobre la bicicleta. «Ahorramos de chavaletes para comprarnos una y ya nunca han faltado en casa». resaltaron. Ellos piden que los carriles de la ciudad tengan una «cierta continuidad, pues los de ahora empiezan y acaban sin ningún tipo de sentido. Así no pueden resultar útiles para moverte en el día a día».

En la misma línea se expresó Javier, quien acudió a la cita con su nieto. «Nos ponen muchas bicicletas para alquilar, pero luego no hay por donde ir con ellas», criticaron.