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sociedad

Areces confía en que Sanz Montes ejerza una labor pastoral y de impulso a la Iglesia

Le invita a que asuma el "gran reto" de convertir Covadonga en uno de los grandes santuarios del mundo

EUROPA PRESS |

Sábado, 21 de noviembre 2009, 18:17

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El presidente del Principado, Vicente Alvarez Areces, saludó hoy al nuevo arzobispo electo de Oviedo, el madrileño Jesús Sanz, y le abrió los brazos para que en Asturias pueda ejercer una labor pastoral, organizativa y de impulso a la Iglesia.

Alvarez Areces se pronunció así tras su visita hoy a las obras realizadas en la basílica del Sagrado Corazón de Jesús, en Gijón, con ocasión de su próxima reapertura.

Recordó que el Principado lleva años colaborando con las autoridades eclesiásticas en un ejercicio de "buena convivencia" y aseguró que desde el Ejecutivo recibirán a Sanz como un "asturiano de adopción". Asimismo, rememoró la "profunda emoción" con la que su antecesor en el cargo, el cántabro Carlos Osoro, abandonó Asturias para ocupar su nuevo destino en Valencia.

Para Areces, la Iglesia debe trabajar de forma conjunta con las autoridades civiles para contribuir a solucionar los problemas de la sociedad y, en este capítulo, confió en que esta designación constituya para el nuevo arzobispo un "gran estímulo".

Preguntado acerca del supuesto perfil conservador del nuevo prelado aseguró que el Gobierno de Asturias es "muy respetuoso con lo que cada cual pueda opinar" y destacó que lo importante es que la acción institucional que vaya dirigida "en una buena dirección".

Al respecto, se refirió al "gran reto" de impulsar Covadonga, para que se convierta en uno de los grandes santuarios del mundo. Consideró también que el excepcional patrimonio de la Iglesia asturiana debe ser un elemento de dinamizador de la sociedad y del atractivo exterior de la región, de cara al turismo religioso o vocacional.

A su juicio, la "cooperación estrechísima" que ha caracterizado en el pasado a las relaciones entre el Gobierno y la Iglesia constituirá para el nuevo arzobispo de Oviedo un motivo de satisfacción y un estímulo para "continuar incluso superándolo".

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