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CRISTINA DEL VISO
Miércoles, 30 de diciembre 2009, 04:29
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En realidad es Navidad desde hace más de un mes. Los centros comerciales, que son los verdaderos pregoneros de la Pascua, nos lo llevan anunciando desde últimos de noviembre. Lucecitas titilantes con claro dominio de rojos y dorados; villancicos que nos acompañan mientras aguardamos nuestro turno en la cola de una caja atestada de gente; Papá Noel, que no sé que hace aquí por cierto, merodeando por todos lados; abetos engalanados, pesebres, mercadillos, gente y gente abarrotando esos lugares de ocio que son en definitiva las grandes superficies, y otra vez Papá Noel con su cansino: 'Ho, ho ho'.
Luego llegarán los tres magos de Oriente. Hay para todos. Es entonces, cuando una dice, «no, no es una pesadilla, es Navidad». De las dos grandes celebraciones de estas fiestas, Nochebuena y Fin de año, le encuentro más sentido a la conmemoración de la Nochevieja. Realmente tiene coherencia. Hemos resistido otro año y nos enfrentamos, a trescientos sesenta y cinco días. Es normal expresar nuestro deseo a los demás con un Feliz y Próspero Año Nuevo.
A lo que ya le encuentro menos sentido es a esa manía que le ha entrado a todo el mundo, desde los presentadores de los informativos hasta a la señora que vende las tradicionales bandejas de fiambre y al que por cierto sólo veo una vez al año, de que seamos inmensamente felices justo ese día en concreto, porque si no encima les parece mal y te dicen que vas contra corriente o frases similares. Quizá contemplado desde el punto de vista cristiano adquiera más significado, aunque yo discrepo porque nada tiene que ver la celebración cristiana del nacimiento de Jesús, con esa manía obsesiva de la felicidad.
Disfruten de este tiempo navideño, que al menos nos brinda más ratos de ocio, con un buen libro o una película interesante. Contágiense un poco de la alegría de los niños, por lo menos de aquellos que tendrán un juguete y seguro que muchos más. ¿Los Reyes Magos viajan a Afganistán? Prefiero morir con la ignorancia.
Sean ustedes razonablemente felices. Ahora y siempre.
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