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CLUB NÁUTICO. Anca proyectó un puente y un lago en La Manjoya. No existen. :: MARIO ROJAS Trascorrales. El proyecto de Francisco Pol para dividir la plaza en alturas lo corrigió el alcalde de su puño, dijo. En barco. La Manjoya iba a tener un lago artificial y un club náutico para la práctica de la vela. No, no había playa. Karts. El circuito iba a usar el castillete de la mina abandonada en Olloniego como torre. El Principado se llevó la idea La Morgal. Bellas Artes. El alcalde anunció una facultad en El Vasco, sin haber hablado con la Universidad ni el Principado.
Las ideas del otro Oviedo
Oviedo

Las ideas del otro Oviedo

De haber salido adelante todas las propuestas, la ciudad tendría lago, playa y hasta un metro

GONZALO DÍAZ-RUBÍN oviedo.co@elcomerciodigital.com

Domingo, 10 de enero 2010, 11:22

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Ocurrencia: «Idea inesperada, pensamiento, dicho agudo u original que ocurre a la imaginación». Disparatado: «Contrario a la razón». Son definiciones académicas, a veces se pueden aplicar al alimón a algunas ideas -«plan y disposición que se ordena en la fantasía para la formación de una obra»- de las administraciones para la ciudad. En los despropósitos -«dicho o hecho fuera de razón, de sentido o de conveniencia»- también le dan ventoleras al sector privado, -a las promotoras cuando eran ricas-, a los vecinos y a los políticos. Nadie está libre de tener 'una ideaca'.

El proceso es común a todos. Alguien 'detecta' una necesidad -se puede cambiar por alguien intuye una oportunidad, suele ser de negocio- y la lanza a los medios. A veces cae en gracia; a veces hay dinero o voluntad para hacerla, y a veces hasta se hace. Por fortuna, otras quedan en el tintero. Lo que sigue es un resumen no exhaustivo de las más comentadas.

Un buen día los ovetenses despertaron con la noticia de que el Ayuntamiento iba a construir una playa artificial en el parque de Invierno alimentada por el pequeño río Gafo, uno de los más contaminados del municipio. Hubo quien no se lo creyó. 1995 y 1996 fueron años raros: la oposición le 'dobló el brazo' al alcalde a base de manifestaciones contra el 'catastrazo'. Las protestas trajeron la 'necesidad' -vale distracción- y el alcalde lanzó al aire la idea. No cayó en pie. Con la rectificación, desapareció el invento. De Lorenzo explicó que los ingresos por IBI serían 1.134 millones de pesetas menos. Para compensar, anunció que dos proyectos -un Auditorio y de un Palacio de Congresos- se unificarían en un edificio (el Príncipe Felipe) y se dejaba en suspenso un lago y una playa artificiales. Así sigue.

La idea (ideaca) se diluyó sola. Camino de los 20 años de mandato, ingenioso y capaz de oler los cambios de viento de la opinión pública con un olfato político indiscutible, Gabino de Lorenzo ha tenido varias iniciativas en la misma línea. Muchas no son suyas. El alcalde no niega una recepción a nadie. En una de ellas, mientras Fernando Alonso volaba al volante de su Reanault, el presidente de la Federación de Automovilismo le pidió unos terrenos para hacer un circuito de karts. En año electoral (2003), una ocurrencia así, no se puede dejar pasar. Se encargó un proyecto para el pozo San Frechoso, en Olloniego. El castillete iba a ser la torre del circuito. Pasados los comicios, se pidió ayuda al Principado para las obras. Pero Vicente Álvarez Areces ya tenía su propia 'idea'. Lo anunció para las elecciones de 2007 con foto con el piloto y ya está en obras, en La Morgal, aunque le haya costado la de la Ciudad del Motor de Tineo.

Los periodos preelectorales fertilizan la imaginación. Antes del cinturón verde, antes de Cinturón Verde S. A., un joven Gabino de Lorenzo se presentó a las elecciones municipales de 1991 prometiendo la construcción de un metro en la ciudad, con una línea principal entre El Cristo y La Tenderina.

Dos años después, el estudio de Feve hablaba ya de «alternativas» y de líneas que sumarían entre 2,5 y 8 kilómetros, con un total estimado de 316.000 viajeros al mes, que circularían a entre 11 y 25 metros bajo el nivel del suelo. Pero ya no era el metro que prometía De Lorenzo, sino un pariente cercano del 'metrotren', todavía a medio desarrollar 17 años después.

Luego vendrían otras elecciones y otros señores a proponer un celebrado monorraíl al Naranco. El arranque, en 2003, le costó chanzas de todo tipo al candidato socialista de entonces, Leopoldo Tolivar, y eso que siguió el modelo: Había la necesidad de acercar el monte a la ciudad. Esa era la base que justificaba el proyecto. Y aún en las más recientes, Paloma Sainz rescató el tranvía -a cuento de la necesidad de transporte público-, que entroncaba con el tren-tran del Principado. Otra 'oportunidad' que dio fotos del presidente del Principado con empresarios del transporte.

Pero ni siquiera los socialistas pueden reivindicar la paternidad de la idea. Los primeros en proponer un tren por las calles de la ciudad fueron los asturianistas del PAS. En 1995, Xuán Xosé Sánchez Vicente y los suyos presentaron un proyecto para hacer un «metro ligero circular». Tendría tres kilómetros de recorrido y costaría 1.311 millones de pesetas, incluidos los dos convoyes que cubrirían el servicio regular.

No todo son grandes proyectos. A veces una ocurrencia obliga a improvisar otras o a rectificar. La plaza de Trascorrales se remodeló en el año 1992, según un proyecto del arquitecto Francisco Pol, por un importe de 75 millones de pesetas. El diseño, lleno de desniveles y barandillas, una fábrica de tropezones y resbalones del autor del actual palacio de Justicia de Comandante Caballero, provocó muchas protestas. El alcalde primero lo defendió y luego volvió a reformar la plaza en verano de 1996. Curiosidad, el proyecto no tenía ni presupuesto ni firma. Cuando la Consejería de Cultura preguntó, el alcalde respondió: «El proyecto es mío, estoy capacitado para firmarlo y me responsabilizo de él». Acertó, no hubo más protestas. La plaza perdió desniveles y barandillas y volvió a ser el centro bullanguero de los domingos de vermú.

Unificar los mercados del Pescado y de la Carne impulsó otras posibilidades. El edificio de Trascorrales quedaba vacío. Oportunidad. Idea: un museo de la Sidra. No se hizo. También trajo problemas. ¿Qué hacer con los vendedores de fruta? El Ayuntamiento los quiso mandar al Palacio de los Deportes. No se hizo. El Café Español iba a ser salón de bodas, luego fue de exposiciones y ahora serán oficinas municipales, según acaba de anunciar el alcalde.

A De Lorenzo se le ocurren muchas cosas, pero lo dicho, no todas son suyas. Gonzalo Suárez le vendió una Festival de Cine Europeo que se iba a celebrar en Oviedo en 1996. Luego vendría 'Oviedo Express', pero no el certamen.

El Náutico y el golf

Anca y Fadesa competían por lo que parecía un buen negocio: el Consistorio vendía un millón de metros de suelo donde se podrían construir tres millares de viviendas. Las empresas presentaron sus proyectos y el Ayuntamiento eligió a la primera. De dinero, andaban igual (18 millones de euros), pero es que Anca ofrecía un puente atirantado con un sólo mástil y un lago artificial con un club náutico. Casi nada. Y en efecto, nada. No hay ni puente, ni lago. Tampoco viviendas.

Anca vio la 'oportunidad' y vendió algo así como la mitad de las parcelas a Urazca por una cifra que no ha trascendido. La constructora tomó el relevo: anunció un campo de golf de nueve hoyos, rutas de naturaleza e instalaciones deportivas de lujo, siguiendo el modelo de concesión y obra. Urazca fue a la quiebra. Y el modelo de concesión y obra, por el que el Ayuntamiento llegó a anunciar inversiones por más de 70 millones de euros, lleva un camino parecido. Sólo los 'spa' de Monte Cerrao y Ciudad Naranco sobreviven mal que bien. Eran 'oportunidades' que cubrían 'necesidades'.

Los campos de golf son una idea poco original. Casi cualquiera con un terreno suficiente ha tenido la tentación de anunciar uno. El Ayuntamiento aprovechó otra polémica a cuento de Gesuosa para lanzar al aire uno en La Manjoya, el que luego rescató Urazca. Después lo mudó a El Asturcón y allí lo propuso Tecmed, cuando se hizo con la adjudicación del hípico. Pero cubrir la 'necesidad' tenía un precio: 10,5 millones, a pagar en 40 años.

La paternidad de tal propósito tampoco es suya. El premio es para el Centro Asturiano que anunció en 1996 que construiría un campo de golf de ocho hoyos en la finca situada entre la casa de campo y la cima del naranco. Golf y 'trekking' a la vez.

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