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asturias

Agustín Antuña, un gijonés de ley

Artículo publicado con motivo de la entrega de la medalla de la Gran Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort al jurista asturiano

CARMEN DEL SOTO

Domingo, 11 de marzo 2012, 19:00

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Cuando una persona es objeto de un homenaje, es normal que se haga un repaso a sus méritos. Con Agustín José Antuña Alonso los mismos saltan a la vista: concejal del Ayuntamiento gijonés; presidente de la Diputación Provincial, del Parlamento Regional y del Foro Jovellanos; decano del Colegio de Abogados de Gijón; y letrado ejerciente durante cincuenta años. Y suma y sigue, porque, alejado ya de sus cargos políticos, Pepe Antuña, como es conocido por sus amigos, sigue al frente de su despacho profesional.

Y ha sido esta vocación de servicio público, unida a su labor en el campo del derecho y a su continuos desvelos por conseguir para Gijón las secciones de la Audiencia, lo que le ha llevado a ser condecorado con la Gran Cruz de San Raimundo de Peñafort, la más alta distinción de la Justicia española. Para celebrarlo, sus compañeros de profesión, así como familiares y amigos, fueron convocados al almuerzo que el Colegio de Abogados gijonés organizó en el Real Club de Regatas. Allí se dieron cita, la alcaldesa de Gijón, Paz Felgueroso; el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Asturias, Julio García Lagares; Agustín Azparren, vocal del Consejo del Poder Judicial; José Antonio Seijas, presidente de la Audiencia Provincial; Rafael Valero y José Antonio Hernández, fiscales jefes de Asturias y Gijón, respectivamente; los magistrados Bernardo Donapetry, Arturo Merino y José Manuel Barral; la secretaria judicial Nieves Martínez; el forense Tomás Martínez; el ex decano de la Facultad de Derecho de León, Javier Fernández Costales; el director de la Escuela de Práctica Jurídica, Juan Ignacio Alvarez Peón; el presidente del Foro Jovellanos, Jesús Peláez; el decano del Colegio de Procuradores, Juan Ramón Suárez; el notario Angel Aznárez; el vicedecano del Colegio de Abogados de Oviedo, José María Fernández, y el decano gijonés, Antonio González Colunga, y toda su directiva.

Por supuesto, la esposa de Pepe Antuña, Marita Egocheaga, y sus cinco hijos - Marcos, ejecutivo de Hidrocantábrico; Rafael, abogado; Mónica, asesora; Aurora, especialista en medicina interna; y Marta, abogada-, felicitaron al 'pater familias' en su gran día. Este, que recibió la medalla de manos del ministro de Justicia, Michavila, ante el de Fomento, Alvarez-Cascos, no echó de menos a tan altas autoridades en la comida. «Están disculpados con tal de que sigan inaugurando autopistas», dijo.

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