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NOELIA A. ERAUSQUIN , OVIEDO
Viernes, 4 de octubre 2013, 22:33
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Internet y las redes sociales, pero también los códigos QR o los dispositivos móviles de todo tipo han cambiado la forma de las empresas de promocionarse, tanto las grandes como las de menor tamaño, pero la publicidad tradicional en prensa o televisión se mantiene y crecerá en el futuro, porque las tecnologías de la información y la comunicación las complementan y enriquecen. Esta fue una de las conclusiones de la mesa redonda que protagonizaron la publicitaria y creativa Laura Tuero, la responsable de márketing móvil Pilar Martínez, el periodista Nestor Torre y la publicista especialista en turismo Ana Fañanas. Prueba de que los medios tradicionales continúan siendo fundamentales como modo de promoción es que las grandes empresas de internet, como Kayak, Fotocasa o Idealista apuestan por contratar anuncios en la prensa escrita y enla televisión por la gran implantación que tienen, su capacidad de llegar a todo tipo de personas y porque no todos los ususarios son digitales. De hecho, según los expertos, este tipo de publicidad también se renovará gracias a la posibilidad de interacción de las personas con sus móviles o tabletas mediante códigos QR o en las versiones digitales de los medios.
Dentro de los nuevos métodos de promoción se encuentran las pujas, los cupones o las páginas que permiten a los usuarios dar su opinión sobre un producto o servicio. Estos cambios sirven también para promocionar a establecimientos y firmas, aunque en estos casos hay que tener en cuenta no devaluar el producto y el 'target' al que está destinado, porque no todos los consumidores potenciales son digitales.
Las críticas en internet también fue otro de los aspectos que se trató. Para los ponentes estas se han ido desmitificando e incluso tienen una ventaja, poder mejorar el producto y saber qué no funciona. Otro asunto es el tema de campañas con blogueros, ya que han tenido un 'boom' en los últimos años, pero a veces suponen un dilema ético porque la diferencia entre una opinión patrocinada y una que no lo es queda difusa y no suele estar clara.
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