«No hubo más que alegrías y muchas sonrisas en el agua»
El club de actividades subacuáticas de Candás enseña submarinismo a la asociación Alarde, de personas discapacitadas, para «romper barreras»
Las asociaciones de personas con discapacidad en Asturias tienen ahora una opción más para aprender submarinismo en la región, en la piscina de la Mancomunidad ... de Antromero, entre Gozón y Carreño. El Club de Actividades Subacuáticas El Delfín, de Candás, impartió allí una clase de buceo el pasado fin de semana a alumnos de la Asociación Alarde de Gijón, donde se «rompieron barreras para estos chavales».
La idea para colaborar con la entidad, explicó Marcelino Ramos, presidente del club, surgió a raíz de su formación en buceo adaptado. «La hice en Castilla y León hace unos años, así que pensé en traerlo aquí, al club, y poder dar clase a personas con discapacidad», explicó. Especialidad otorgada por la federación española, tras conseguir la acreditación para varios socios, se invitó a Alarde a participar, la cual respondió «encantada».
Al final, acudieron seis alumnos «muy dispuestos y con ganas», a los que costó sacar del agua tras dos horas aprendiendo a bucear con los instructores en la especialidad adaptada. «Había una chica que no quería salir, seguía en la piscina tan contenta», recordó el presidente. Aunque la clase resultó «matadora» en cuanto agotamiento de los profesionales, «para ellos fue toda una experiencia».
«Lo pasaron muy bien. No hubo más que alegrías y muchas sonrisas en el agua», destacó Ramos. La opinión la compartieron también los responsables de Alarde y las familias, quienes constataron el éxito entre los alumnos. Por ello, queda pendiente que se repita para la sede de Oviedo.
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