Prisión para 'el portugués', el detenido por la muerte de Cristino Prendes tras una paliza en Barredos

Prisión provisional comunicada y sin fianza. Es lo que ha decretado la magistrada titular de la plaza nº1 del Tribunal de Primera Instancia de Laviana para el detenido por la agresión a Cristino Prendes, el hombre que falleció en su domicilio de la localidad de Barredos horas después de la pelea que se desató entre ambos.

El acusado lleva detenido desde la tarde del sábado al ser localizado en Blimea gracias a la información ofrecida por el bar en cuyo exterior ocurrieron los hechos. Dicho joven, al que llaman 'el portugués, prestó en la mañana de este martes declaración durante durante aproximadamente media hora, acompañado de un intérprete. Durante la misma explicó que fue el fallecido quien inicio la pelea. Se le atribuye un delito de homicidio, «sin perjuicio de que esta calificación se pueda modificar a lo largo de la instrucción». Se procedió por tanto a su traslado al centro penitenciario.

El dictamen de la jueza fue coicidente con la petición del Fiscal quien solicitó en Pola de Laviana la prisión provisional, al considerar que «existen indicios suficientes de la comisión del delito por parte del detenido y a la vista de los informes de los que se dispone hasta el momento, que establecen una relación entre la agresión sufrida por la víctima y su fallecimiento».

El Fiscal se apoyó igualmente en «lo elevado de la pena que, en el caso de condena, puede imponerse al investigado y en la ausencia de domicilio conocido del mismo», por lo que entiende que «existe riesgo objetivo de fuga». Y es que en la actualidad el joven carece tanto de domicilio conocido, y de contrato de trabajo.

La abogada encargada de la defensa del detenido, la mierense María Soledad Losa, no comparte dicha tesis: «Nos encontramos en un momento inicial de la investigación, si bien creemos que la disputa que hubo entre ambos no pudo ocasionar la muerte». «No existe nexo causa-efecto entre la pelea y el fallecimiento», matizó. Anunció que recurrirá el auto de encarcelamiento provisional

Tanto a su llegada como a la salida de los juzgados el joven fue increpado por varias personas que no dejaron de llamarle «asesino, asesino», ante sus familiares.

Los agentes del instituto armado han recabado numerosas declaraciones de testigos y vecinos. Los principales se centran en los testigos del incidente. Varios de ellos hablaron con EL COMERCIO para explicar, tal y como le contó a los agentes, que «se pegaron delante del bar y el joven de repente salió por la calle paralela al río y volvió por la calle de El Lavaderu con un palo que debió coger en las huertas de atrás y volvió a pegarle ya casi cruzando la carretera». Asegura que fueron varias personas las que «le vimos darle con un palo. con 'Lupo' ya en el suelo». «Después de que hubiesen discutido y 'Lupo' se pusiese faltante», añade. A pesar de estos interminables golpes nadie llamó ni a la Policía ni a una ambulancia, y eso que reconoce que «había gente a las ventanas, algún negocio abierto y algún coche tuvo que pasar despacio porque los golpes fueron en la calle».

Mientras uno de los clientes del bar en el que habían estado los dos implicados apostilla que «la trifulca empezó porque el 'Lupo' se metió con el chaval que estaba tomando una coca cola con un pincho en la terraza. Rompió una botella y lo amenazó y perdió el control. y 'el portugués' comenzó a golpearle». Este inicio de la pelea por parte del fallecido, es compartido por la tessis de la defensa.

Otro aspecto relevante de la investigación es el que el fallecido se negó en todo momento en acudir a los servicios sanitarios, a pesar de que alguna persona incluido el primo que fue a ayudarlo a volver a casa se lo pidieron insistentemente, según relatan los testigos.

Eran las siete de la tarde cuando «molido a palos» se dirigió hacia su casa con su familiar. Sin embargo, vecinos próximos a este domicilio asegura que horas más tarde 'Lupo' salía a dar un paseo con su perra, algo que era habitual, apuntan. Por ello la noticia de su fallecimiento extrañó a muchos. Eran las dos y media de la tarde cuando en Barredos se comenzaba a comentar el trágico desenlace, habían pasado más de quince horas desde la paliza que para muchos hacia presagiar que era la causa de su muerte. El domingo esta sospecha era confirmada al conocerse la autopsia.

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