Unión para «preservar» la fiesta de los callos de Ciaño
La sidrería Pablo, se alza como ganadora en el concurso de los callos de Ciaño, y Casa Belarmino con el de los mejores de Langreo
MARTA VARELA
CIAÑO(LANGREO).
Lunes, 28 de octubre 2024, 01:00
Hablar en Langreo de eventos gastronómicos pasa por dos citas vitales Los callos en Ciaño, y la Fabada en la Felguera. Este año el primer ... evento, que cumplió su 45ª edición, se celebró el pasado fin de semana, pero con un cambio significativo, que no ha sido del agrado de muchos hosteleros y vecinos del distrito de Ciaño. La fiesta de los callos si bien no ha perdido su esencia de llenar el calificativo 'de Ciaño', si se ha abierto a todos los restaurantes del concejo.
Finalmente dieciséis han sido los que han ofertado el menú en sus establecimientos, cuatro de ellos en Ciaño. Además algunos se ha atrevido a participar en el concurso de callos celebrado en la casa de La Buelga de Ciaño. ¿La razón?. El Ayuntamiento se hizo cargo de su organización y creyó conveniente abrirlo a toda la hostelería langreana para «preservar e impulsar» esta esperada jornada gastronómica que no ha variado su nombre: Los callos de Ciaño.
Sin duda lo mas destacable es que la fiesta contigua adelante , y que u jurado compuesto por cinco profesionales gastronómicos tuvieron que afinar mucho para poder otorgar los dos galardones que se pusieron sobre la mesa.
En el primero de ellos, 'los mejores callos de Ciaño' no hubo sorpresa la sidrería Casa Pablo, por cuarto año consecutivo, Su cocinera Gema Suárez lo tiene claro «los hacemos con las cuatro 'P' pequeñinos, picantinos, pegajosos y pulcros». Poco secreto en la cocina «son casi veinte años en al cocina y los callos casi un emblema de la casa, hacerlos cada año es una responsabilidad», explica.
El novedosos galardón de 'los mejores callos de Langreo' se los llevo Casa Belarmino del distrito de La Felguera. A los fogones Francisco Sánchez-Mariscal, «no haya grandes trucos, bien limpios, controlar las proporciones y con mucho cariño». Su mayor orgullo «seguir la receta que me enseñó mi madre, y que ella aprendió de mi abuelo. El resto buen producto, mejor pimentón y cuidarlos muchos a fuego lento». Casa Belarmino lleva años siendo reconocido por los langreanos como un «buen lugar para comer callos, le salen muy bien», explicaba uno de los clientes habituales que ayer no quiso perderse los mejores callos de Langreo.
Si bien a concurso se presentaron sólo callos, los dos ganadores optan por ofertar «unas patatinas fritas a quienes las quieran, porque hay mucha gente que los mezclan con los calles», explica Suárez. Otro clásico que no puede faltan con los callos «son buenos trozos de pan para no perderse nada de salsa», apuntaba Javier Jimenez
Al final los verdaderos expertos son los langreanos y visitantes que han disfrutado de un fin de semana propicio para comer callos lo que ha permitido que en Ciaño la mayoría de los restaurante colgasen el cartel de completo. Mientras en el resto de distrito langreanos también aumentase el número de comensales, muchos de ellos atraídos por los callos servidos en hasta en doce locales.
Grupos de amigos y familias completas, llegaban a Ciaño como los Fernández de Sama «tenemos mesa reservada porque somos muchos, siempre hemos venido a Ciaño y no vamos a cambia. Lo que echamos de menos es el ambiente y la música de otros años en la calle». Y es que en la mayoría de los restaurantes la gente repite cada año atraídos por el buen hacer de cada cocinero, porque «al final todos los callos están buenos, y si pican mejor», apuntaba Marifé Álvarez
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