El vandalismo agrava el deterioro del antiguo colegio de La Salle en Ciaño

Pocos se explican cómo puede dejarse que un centro se deteriore sin darle un uso, máxime cuando desde su cierre en 2018 han sido varias las propuestas realizadas para dotar a este equipamiento de vida, si que ninguna llegase a prosperar. Así en 2019, el propio Consistorio langreano propuso hacerse cargo del mismo para instalar en sus aulas un hotel de asociaciones. El mal estado del equipamiento hacía insostenible para el Ayuntamiento su reparación. Hubo otras propuestas, pero la más firme se trasladó este mismo año, cuando dos entidades del valle la Asociación TEA Nalón, y el colectivo Musi-Pedro Duro, apoyados por el alcalde de Langreo, Roberto García, reclamaron al Gobierno del Principado que el edificio fuese habilitado para convertirlo en un centro de día para jóvenes con trastorno del espectro autista. Y es que en la actualidad, cuando cumplen 21 años, no es posible (por ley) que sigan escolarizados, y la administración no ofrece ninguna alternativa.

Una gran parte de ellos tienen que quedarse en su casa, abandonando las terapias que hasta ese momento les ayudaban en su día a día. Este movimiento ha ido recibiendo apoyos desde que puso en marcha la petición, como el de la Mancomunidad del Valle del Nalón, que engloba a los cinco ayuntamientos de la comarca. Hasta el momento no ha habido ninguna respuesta al respecto.

Mientras desde la Consejería de Salud se valora que el edificio pueda albergar una especie de banco de tejidos, proyecto que por el momento no ha sido confirmado.

El edificio del colegio de La Salle está incluido dentro del catálogo de patrimonio histórico de la Consejería de Cultura, aunque está adscrito a la Consejería de Hacienda. De forma oficial desde estas instancias no se ha dado por bueno ninguno de los proyectos presentados bien desde el Ayuntamiento, como desde iniciativas privadas no ha sido aprobado. Se han tomado medidas para atajar el vandalismo pero ninguna ha sido efectiva.