Cuenta atrás para desenredar el incierto futuro de Festejos de Pola de Siero
Muchos socios exigen la celebración de la asamblea ordinaria que tiene que convocarse cada año y se alerta de un bloqueo para evitar la disolución
«Celebramos les fiestes, no la propaganda». Es el escueto mensaje, a toda pantalla, que se puede leer en la página web de la Sociedad de Festejos ... de Pola de Siero, sin actividad este año y dejando sin organizar celebraciones tan emblemáticas como Les Comadres, Güevos Pintos y la romería de Asturias, El Carmín. Son muchos quienes reprochan a la antigua directiva –y actual gestora– que se utilice todavía la entidad en una guerra política contra el alcalde –el socialista Ángel García, 'Cepi'– y que se haya dejado al borde de la desaparición a esta histórica sociedad. Y son muchas las voces que en la villa reclaman la celebración de la obligada asamblea anual que se fija en los estatutos y que se debería haber convocado ya en el primer trimestre de este 2025. Por eso se espera que haya una antes de que acabe este año.
Sí, hubo asambleas en este ejercicio, pero fueron extraordinarias; se celebraron en febrero y en marzo, cuando hubo una candidatura para coger las riendas de la entidad. Pero se introdujo un método nuevo de votación a última hora, en el que se podía emitir un voto negativo. Y así fue: se rechazó la única candidatura encabezada por César Díaz. No se quiso asegurar, pero fueron muchos quienes consideraron que se hizo una campaña en contra de esta única candidatura para poner en un aprieto a la entidad.
Si la entidad se mantiene inactiva durante cinco años, perderá las marcas registradas de El Carmín y Güevos Pintos
«No nos puso aquí el Ayuntamiento, como se ha dicho; nos presentamos porque queríamos lo mejor para la sociedad y para hacer las mejores fiestas posibles. Pero los socios han decidido», señaló uno de los miembros de esta candidatura a EL COMERCIO. «Es que fue algo incomprensible; no sabemos los motivos, pero no organizan las fiestas y tampoco dejan que otros las hagan».
A pesar de todo, hubo fiestas en La Pola. Los hosteleros fueron el alma de los Güevos Pintos y el Ayuntamiento asumió las riendas de El Carmín.
¿Y ahora, una asamblea, para qué? Muchos socios recuerdan que se trata de una entidad privada que tiene que rendir cuentas anuales. No hubo actividad, no se pasaron las cuotas a los miembros, pero la entidad posee un patrimonio que genera gastos –como dos locales– y es preciso conocer el estado de las cuentas. Otro asunto que se quiere abordar, más importante, es el futuro de la propia sociedad. ¿Se puede mantener inactiva sine die? Se entiende que no, que es preciso adoptar una decisión que podría pasar por la disolución.
Otro asunto importante son las marchas registradas por la entidad, las fiestas de La Pola. Se podrían ceder al propio Ayuntamiento, porque se alerta de que si pasan cinco años de inactividad se pierden por completo, y se trata de uno de los patrimonios más importantes de la entidad.
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