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La Fresneda, 'encantada' en su noche más terrorífica y dulce
Halloween ·
La urbanización de Siero se vuelca con la celebración a la americana de la fiesta de los muertos, con disfraces y decoración para la ocasiónTruco o trato. Es la alternativa que se escuchaba, este viernes, en la urbanización de Siero en donde más arraigo hay de la fiesta importada –de los Estados Unidos–; porque La Fresneda celebra Halloween con pasión y con muchas ganas, sobre todo, de disfrutar. Como en un cuento, la población estaba 'encantada' con decoraciones terroríficas en algunas viviendas. Pero era la Plaza Mayor el epicentro de todo, donde grupos de jóvenes y no tanto, familias enteras –hasta la mascota– y, sobre todo, niños vivían esta fiesta que se convertía, a cada paso que se daba, en la más dulce. «Queremos chuches», clamaban algunos a la puerta de algún establecimiento.
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Del barullo de la plaza, donde también había puestos de comida a la entrada, se pasó en un abrir y cerrar de ojos al escenario del centro cultural, donde un Drácula daba la bienvenida a los más pequeños. Tras él, un escenario lleno de lápidas, porque se trataba de eso, de la noche de los muertos.
«¿Tenéis miedo?», la verdad es que no, contestaban entre risas los chavales ataviados, muchos, con disfraces elegidos para la ocasión –de asesinos en serie sacados de películas de terror, de brujas con escoba y todo, o de zombis–; pero todo vale por la diversión, y también se colaban algún que otro Batman o Superman, que, al final, también es convertirse en otro personaje durante unas horas.
La Asociación Vecinal de La Fresneda había organizado el desfile para ellos, para los niños, que iban subiendo al escenario, mostraban sus atuendos y sus expresiones más terroríficas. ¿El premio? Igual para todos: caramelos. También, los jóvenes, se atrevieron a pasar por la casa encantada, preparada para la ocasión de esta fiesta.
Pero si en La Fresneda ya es una celebración con arraigo, en otras poblaciones de Siero empieza a coger más auge, por eso de tener una fiesta más en el calendario. Era muchos los grupos de chavales que paseaban por la tarde por las calles de La Pola recorriendo los diferentes establecimientos –que ya llamaban la atención con su decoración– y por donde se pasada a expresa ese 'truco o trato' para llenar las calabazas-cesta de caramelos. En Lugones también se sumaron a la celebración con coloridos disfraces, muchos de ellos haciendo ya alusión a los iconos mejicanos de la fiesta de los muertos.
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