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Lo que más llama la atención, casi un año después, es el cambio físico experimentado por Víctor Martínez, visiblemente más delgado. «He perdido más de ... diez kilos por esta injusta situación». Este vecino de Pola de Siero, empleado en una empresa de limpieza que da servicio a las instalaciones deportivas municipales, explicaba en abril de 2024 a EL COMERCIO el «calvario» que estaba viviendo por una «denuncia falsa» de acoso sexual en el trabajo. Los tribunales le dieron la razón a este hombre, pero su pesadilla –que arrastra a su familia– no ha acabado: «Todavía no he logrado limpiar mi nombre», lamenta.
Fue en el desempeño de sus funciones, en el nuevo polideportivo de La Pola, cuando fue denunciado por una compañera –en el turno de madrugada del 10 de noviembre de 2022–. «Llegaron patrullas de la Policía Local; me sorprendió, pero todavía más cuando supe que venían a por mí». Su compañera lo había denunciado por estar masturbándose delante de ella. Se demostró que era totalmente falso tras un largo proceso judicial. Sin embargo, la empresa tomó entonces sus medidas aplicando el protocolo antiacoso. Víctor fue trasladado a otro centro de trabajo, al polideportivo de Lugones, a más de veinte kilómetros de distancia de su residencia. Y así ha sido hasta ahora. «Si es por la empresa, yo sigo 'exiliado' fuera de La Pola. De hecho, he logrado volver por otros medios, pero no a mi puesto original. Sí, quedé exonerado de todo. Los juzgados me dieron la razón. Pero yo no he vuelto a mi lugar de trabajo, es como si fuera culpable a los ojos de los demás compañeros», relata.
El origen La «pesadilla» de Víctor Martínez comenzó en el verano de 2020 Tuvo sus primeras discrepancias con una compañera por cuestiones de turnos de trabajo.
La denuncia Una patrulla de la Policía Local fue a por él a su puesto de trabajo por una denuncia de su compañera en noviembre de 2022. Ella aseguró que Víctor se masturbó en su presencia.
El archivo La Audiencia Provincial de Asturias no dio crédito a la denuncia en abril de 2024. Víctor quedó exonerado.
La Audiencia Provincial de Asturias, el 16 de abril de 2024, archivó la causa por esa denuncia por la comisión de un presunto delito de exhibicionismo y provocación sexual. «Ella recurrió el sobreseimiento inicial, pero no se admitió a trámite porque era todo mentira y yo tenía pruebas para demostrarlo. ¡Menos mal! Hasta la Fiscalía se puso de mi parte». No llegó a celebrarse juicio alguno, pero él recuerda el mal trago de tener que ir a declarar por primera vez al Juzgado de La Pola. «¿Quién me devuelve a mí ahora el honor que he perdido por esta denuncia falsa? ¿Quién resarce a mi familia por todo el dolor causado de forma gratuita?».
La situación no se va a quedar aquí, asegura Víctor. Ha iniciado los trámites legales para interponer una querella contra la denunciante por la comisión de un presunto delito de calumnias e injurias. También tiene un litigio abierto contra la empresa para que lo devuelvan a su puesto original, en el polideportivo nuevo de La Pola. «Ser hombre en estas circunstancias es muy jodido. Soy yo quien se siente acosado y, además, por no haber hecho absolutamente nada», relata.
¿Cómo empezó todo? Víctor recuerda que, después de la pandemia, tras el verano de 2020, empezaron las discrepancias con su compañera de trabajo por temas laborales, asuntos de turnos y domingos. «Empecé a ver cosas raras», contó. Fue su mujer quien le advirtió que tuviera cuidado con ella. «Y sí, pensamos que se quejaría de algo o me culparía de no hacer mi trabajo, pero por esto, jamás. No sabe de qué forma se puede destruir a una familia».
Una abogada le aconsejó grabar todo el turno de trabajo y sacar fotos de cómo quedaban las instalaciones. «Fue eso lo que me salvó. Se pudo demostrar que no había nada de lo que ella denunciaba. Pero, ¿y si no lo llego a hacer? Seguramente ahora me habrían declarado culpable sin serlo». Víctor lamentó las manchas que dejan este tipo de denuncias, aunque no sean ciertas. Las sufre en el ámbito social –toda la familia– y él, en el laboral. «Tuve que coger una baja tras sufrir una crisis de ansiedad. Quiero que se sepa que se me apartó de mi tradicional puesto por una denuncia incierta».
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