Villaviciosa pide retrasar las obras de la pasarela de Misiegu a después del verano

Las obras de restitución completa de la pasarela de madera de la senda entre Rodiles y Misiegu, un tramo actualmente cerrado por su gran deterioro desde hace años, comenzaron la pasada semana y supondrán una inversión de cerca de 175.000 euros. Se trata de una actuación muy demandada por el equipo de gobierno local y por los usuarios desde hace años, ya que, desde que el Principado construyó esta senda, se había producido un gran deterioro al estar la madera en contacto con el suelo y expuesta a los efectos de las mareas. El Ayuntamiento venía reclamando su arreglo que, finalmente, fue incluido en el plan de actuación en la ría, presentado por el Principado a los fondos Next Generation de la Unión Europea y aprobado en 2021; pero los problemas que se presentaron en las obras para salvar el porréu de Villaverde-Sebrayu, tras el temporal que derrumbó los diques durante los trabajos, obligaron a posponer la intervención.

Ahora el Gobierno del Principado ha retomado las obras, pero el Ayuntamiento había puesto como condición que, durante su ejecución, se pudiera mantener el paso entre Rodiles y Misiegu. Sin embargo, con el inicio de las obras, la empresa encargada por el Principado, Tragsa, ha alegado que las normas de seguridad laboral impiden permitir el paso mientras duren los trabajos. Ante ello, el alcalde de Villaviciosa, Alejandro Vega Riego, puso en conocimiento del Principado que «en el caso de que no puedan garantizar el paso durante las obras, preferimos que hagan el desmontaje de toda la estructura de madera y cesen las obras hasta septiembre».

El equipo de gobierno local deja claro que agradece al Principado que «por fin, después de tantos años, se ocupen de reponer y reconstruir lo que se ha deteriorado, pero tienen que entender que estamos en temporada alta y que esta es la única comunicación segura entre Misiegu y Rodiles». Villaviciosa contrapone «la respuesta que sí ha dado a los problemas el Principado, frente a la posición de la Demarcación de Costas que ni asume sus obligaciones y dificulta todas las actuaciones de mejora». Y ponen como ejemplo «el derrumbe de la escollera en la Playina de Miami, que amenaza el paseo, y que Costas se ha negado a reparar». El Ayuntamiento les ha dado un plazo para hacerlo y, en el caso de que no lo ejecuten, será realizado el arreglo por el Consistorio, reclamando los costes.

También ponen de manifiesto que lo ideal en Misiegu habría sido «ejecutar una escollera con pasarela por arriba, junto al camping, dado que la madera volverá a dar problemas al estar expuesta a las mareas, pero Costas no lo autoriza».

Vega también destacó «el acierto de sustituir la madera por árido compactado, que es más duradero, pues fue en su momento un error poner todas las pasarelas de madera en contacto con el suelo, que se pudre y deteriora, y que ha generado elevados costes de mantenimiento todos estos años, que se pagan con los impuestos de todos». Así, dijo, «esta actuación regional marca un cambio de rumbo hacia soluciones más sostenibles y económicas que, hasta ahora, Costas no había autorizado».