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Una mujer da de comer a un niño en un centro de acogida infantil de Oviedo.
35.000 niños viven en riesgo de pobreza

35.000 niños viven en riesgo de pobreza

Las ONGs detectan casos de malnutrición y afirman que el paro y la precariedad laboral hacen de ellos el colectivo más vulnerable en la crisis

ELENA RODRÍGUEZ

Sábado, 3 de enero 2015, 00:10

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Más de 35.000 niños asturianos están en riesgo de pobreza, según Unicef Asturias. Este dato -que es estimativo y el último disponible a falta de cerrar 2014- supone que el 26,7% de los críos menores de diecisiete años de la región (más de uno de cada cuatro) vive en familias con ingresos por debajo de 17.000 euros anuales, un 60% inferiores a la media nacional. Tristemente son más que en 2010, cuando el porcentaje se situaba en el 23,3%. Es decir, que en los últimos cuatro años este índice (el denominado AROPE, estándar en la UE y que no solo mide la pobreza monetaria, sino también la privación material severa y la baja intensidad del trabajo en el hogar) ha aumentado en más de tres puntos. Aun así, está por debajo del promedio estatal, de un 32,6%, lo que implica que en nuestro país hay 2,7 millones de pequeños que ya han superado la barrera que les separa del estado de bienestar. Las ONGs observan con preocupación los problemas de malnutrición por no tener una dieta equilibrada y advierten de las repercusiones en su desarrollo emocional. A continuación, ofrecen su visión sobre los niños que menos tienen.

UNICEF

El 10% pasa apuros para ir al dentista o comprar gafas

Unicef apunta que el 10,4% de las familias con dos niños a su cargo en la región padecen privación material severa (en España es de un 8%). Quiere decir que tienen dificultades para pagar las facturas, mantener el hogar caliente o asumir gastos inesperados, «como pueden ser la compra de unas gafas o acudir al dentista..., los tratamientos que no cubre la Seguridad Social», explica Pablo Suárez, coordinador de Unicef en Asturias. También incluye en este grupo los problemas para pagar un comedor escolar, el material y los libros que se utilizan en el aula y el acceso a las actividades extraescolares», sin dejar de lado la comida de carne o proteínas de forma regular. En este sentido, la entidad detecta «casos de malnutrición, no de desnutrición», que hacen referencia a la falta de una dieta equilibrada. Así, alude a los problemas de obesidad, «ya que es más barato recurrir a productos ricos en grasas que no a verduras y frutas». Para Suárez, el colectivo infantil «se ha convertido en el más vulnerable de la crisis. Más que los mayores de 65 años, porque, en este último caso, el sistema de pensiones es universal. De hecho, a partir de 2012 y por primera vez en la Historia, el número de niños pobres sobrepasó al de mayores». Afirma que, de no tomar medidas para proteger la infancia, España perderá en diez años un millón de niños, siendo Asturias una de las regiones con la tasa de natalidad más bajas.

CÁRITAS

Alerta de efectos como el estrés o la conflictividad

Pilar Díaz Cano es responsable técnico del Programa de Menores y Familias de Cáritas de Asturias, donde lleva trabajando veintiún años. Su experiencia le demuestra que la situación de pobreza que viven decenas de niños «no es nueva, puesto que un estudio de Cáritas Española de 2006 ya concluía que, dentro de la Unión Europea, nuestro país era el que tenía mayor índice de pobreza entre menores, atendiendo al apartado económico. Las políticas familiares no han sabido atajar este problema y la crisis ha terminado por agravarlo mucho más», afirma recordando que el último informe Foessa (Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada) advierte de que las familias con menores en el hogar son más vulnerables a la hora de sufrir exclusión.

Observa las dificultades de las familias para pagar la luz o el alquiler, así como carencias materiales (la falta de una dieta equilibrada, la necesidad de ropa y de calzado -«un artículo en el que no hay tanta diversidad de precios como en la ropa»-, de material escolar, de libros...), pero pone especial acento en las repercusiones que la pobreza ocasiona en el desarrollo personal de los pequeños. «En un adulto de 50 años, cinco años de pobreza suponen el 10% de su vida, pero en un niño de diez años, el 50%. Las consecuencias en un menor son más dañinas y eso se traduce en mayor conflictividad, estrés, afecciones a su desarrollo psicológico y emocional, a sus expectativas vitales. En definitiva, a su felicidad. Es un daño que va a ir arrastrando y que se soluciona mejorando la situación de las familias para evitar una desigualdad creciente». En este punto, recalca que «la pobreza genera inestabilidad laboral. De hecho, la tasa de riesgo de pobreza es del 14,7% en los hogares cuyos sustentadores principales están ocupados y del 61,5% en aquellos en los que están desempleados».

NINGÚN NIÑO SIN CENAR

Alimentos para 1.500 críos en nueve meses

Blanca Menéndez colaboró en los últimos ocho años con un comedor social donde veía que «los adultos guardaban un segundo plato o pan para dárselo, después, a sus hijos», y escuchaba «cómo había niños que, gracias a la beca comedor, tenían la comida asegurada, pero no la cena». «Me di cuenta -continúa- de que había un vacío total en los menores con menos de 14 años». A esa experiencia le siguió otra en un colegio religioso, que trabaja con niños de 11 años con problemas de conducta. «Vi hambruna; atender sus necesidades es muy importante porque a esas edades si no tienen comida, delinquen. Van a un súper y roban». Fue entonces cuando decidió fundar la ONG Ningún niño sin cenar, con sede en Gijón. El pasado día de Año Nuevo cumplió nueve meses y, durante este periodo y gracias a la colaboración desinteresada de empresarios que asumen el alquiler del local y ceden sus naves y furgonetas; firmas agroalimentarias, cocineros y voluntarios, ha conseguido dar de comer a 1.500 niños. «Estamos desbordados, pero tenemos alimentos para 5.000».

Pone el ejemplo de una madre que llega con dos niños, uno de once meses y otro, de cinco años. «Para el pequeño le damos la leche del número que corresponda, cereales, potitos, pañales, toallitas, gel, champú y crema para el culete. Para el mayor, aceite, patatas, huevos, pasta, tomate, atún y legumbres con compango, así como chocolate, magdalenas, bimbo, nocilla...». Su objetivo es que durante la semana las familias tengan cubiertas la merienda, la cena (para la que ofrece san jacobos, carne, pescado y verduras ecológicas para potaje) y el desayuno, y durante el fin de semana, la comida.

Para Blanca es «importantísimo» que los niños lleven bocadillo y zumo para el recreo y hace hincapié en que los directores de los colegios son los primeros que tienen que darse cuenta de si los niños pasan hambre. «Se nota porque no atienden o le quitan el bocata al compañero». La ONG tiene recogidos también cochecitos, silletas, ropa, calzado... Estas navidades también ofrece a los niños que elijan el juguete que deseen.

RED CONTRA LA POBREZA

Persiste el chabolismo y sus patologías asociadas

Víctor García, portavoz de la Red Asturiana contra la Pobreza (con 20 ONGs) y responsable, a su vez, de la Fundación Secretariado Gitano, asegura, como Cáritas, que la pobreza infantil no es un fenómeno propio de la crisis; ya existía anteriormente, pero la recesión económica «la ha acentuado, especialmente con el pinchazo del sector de la construcción». Ve problemas en las familias para mantener la vivienda, alimentarse adecuadamente, encender la calefacción... De ahí que valore especialmente la importancia del salario social -la prestación económica a la que tienen derecho todos los asturianos con ingresos inferiores a los 443 euros al mes- y pida agilidad en su gestión. Dentro de la «enorme brecha abierta entre ricos y pobres», a Víctor García hay un hecho que le inquieta especialmente y es la marginación del colectivo gitano «en guetos y chabolas». «Las políticas de erradicación llevan años paradas y el chabolismo deriva en enfermedades infecciosas, ya sean de piel o respiratorias. Los niños y sus padres viven en un ambiente insano». Por eso, urge medidas para acabar con «unas circunstancias que impiden la inclusión y la escolarización». En este sentido, destaca el elevado absentismo y abandono escolar de niños y jóvenes gitanos en la Enseñanza Secundaria. «El 80% de los escolares no finalizan la ESO».

CRUZ ROJA

5.000 menores con refuerzo escolar

Cruz Roja de Asturias ha atendido en los últimos dos años a 5.000 menores en riesgo de pobreza y exclusión gracias a dos programas. El primero es el de promoción del éxito escolar, en el que se refuerzan los conocimientos que se imparten en el aula y se les da la merienda, y que viene a completarse con campamentos del fin de semana. El segundo es de ayuda a las familias con niños a su cargo. Según la presidenta de la entidad regional, Celia Fernández, «los niños son el fiel reflejo de la sociedad y viven, igual que los mayores, los problemas económicos, las dificultades para pagar luz y calefacción o comprar los regalos de Navidad». Precisamente, en estas fechas, Cruz Roja tiene una campaña para donar juguetes nuevos, «por su dignidad, porque lo merecen». En 2013, la institución humanitaria destinó a los niños en situación de pobreza dos millones de euros de fondos propios.

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