Los Erasmus se van a Alemania

Los que estaban ayer en el campus de El Milán, la segunda remesa de este curso, no llegaban al centenar, y los que la Universidad de Oviedo envía a las universidades europeas se van acercando al millar. Concretamente son 894 los Erasmus que la institución académica asturiana ha enviado a universidades europeas y americanas en el curso 2013/2014, un número «que sigue creciendo a pesar, o quizá, por la crisis», explica la directora de Europa y Norteamérica del Vicerrectorado de Internacionalización y Postgrado. Susana Álvarez Otero, empeñada en abrir campo a los universitarios asturianos en el difícil mercado de Gran Bretaña, dibuja un perfil de Erasmus asturiano que apuesta, preferentemente, por Alemania, Italia, Reino Unido y Polonia a la hora de elegir sus destinos.

Quizá el permanente liderazgo de Alemania se deba, además de por su conocido motor europeo, a que el centro que lidera desde hace años el envío de alumnos a estudiar fuera de España es la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón, pionera en el establecimiento de convenios con universidades extranjeras, preferentemente alemanas, debido a su elevado nivel en ingeniería. El último curso contabilizó 234 de los 894 Erasmus del conjunto de toda la Universidad. Detrás, la Facultad de Filosofía y Letras, con 152, y los dos centros docentes económicos: la Facultad de Economía y Empresa, con 94 alumnos, y la de Comercio, Turismo y Ciencias Sociales Jovellanos, con 83. A partir de ahí, los más cercanos son la Facultad de Medicina, con 51, o la de Formación del Profesorado y Educación, con 49.

«Todas las facultades y escuelas envían más Erasmus que reciben y cada caso obedece a razones diferentes. La ingeniería aquí es muy difícil y son muchos los alumnos que ven la forma de sortear un curso en países como Polonia o Alemania, que tienen un plan de estudios más práctico. Hasta ahí, bien. Lo malo es que ni los polacos ni los alemanes vienen a estudiar aquí, quizá porque aprobar Electrotecnia es muy complicado», afirma, gráficamente, la directora de área, para añadir que «para los estudiantes del Reino Unido les resulta más fácil ir a cursar una ingeniería a Alemania que a Oviedo, mientras que si quieren estudiar español, sí que vienen».

En cualquier caso, esa desproporción entre los Erasmus asturianos que se van y los extranjeros que llegan constituye una de las asignaturas pendientes desde siempre de la institución académica asturiana, que resulta difícil de solventar. «Los que vienen, mayoritariamente, lo hacen para estudiar cultura española, ya sea a través de la filología o de la Historia, por lo que el grueso de los Erasmus que recibimos se concentran en el campus de El Milán, donde también tienen la Casa de las Lenguas, donde ofrecemos el estudio de idiomas a todos nuestros alumnos, los de fuera y los de dentro».

Ésa fue una de las informaciones que Álvarez Otero proporcionó ayer a los alumnos extranjeros del segundo semestre. Junto al director de la Oficina de Internacionalización, Humberto Rodríguez, y al de la Casa de las Lenguas, Daniel García, la economista proporcionó a los recién llegados las pautas para que los primeros días no sean más difíciles de lo imprescindible.

Un tercio, de Gijón

De los 894 alumnos que la Universidad de Oviedo ha enviado el último curso a Europa, más de un tercio, concretamente el 35,4%, proceden de dos de los tres centros del campus de Gijón, repartidos entre los 234 de la Escuela Politécnica y los 83 de la Facultad de Comercio, Turismo y Ciencias Sociales Jovellanos, a los que habría que sumar los cinco de la Escuela Superior de la Marina Civil.

Entre los destinos, a destacar la creciente postergación de Francia como preferencia Erasmus, que ha sido relegada no sólo por las tradicionales Alemania, Italia y Reino Unido, sino que se ha incorporado al cuarteto Polonia, que crece año a año como objetivo de los estudiantes, así como Turquía, que con 35 alumnos este año, se adelanta a un país tan en el corazón de Europa como Bélgica.