Borrar
Jóvenes haciendo botellón en el Cerro de Santa Catalina de Gijón, práctica prohibida por el Ayuntamiento desde 2013.
Vender alcohol a menores de 18 años en Asturias estará sancionado con 10.000 euros

Vender alcohol a menores de 18 años en Asturias estará sancionado con 10.000 euros

La Junta aprueba hoy la ley que impedirá que jóvenes de 16 y 17 años puedan comprar bebidas alcohólicas. La norma indulta a la sidra y permitirá su promoción

Laura Fonseca

Viernes, 6 de marzo 2015, 00:28

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Vender alcohol a menores saldrá caro. Hasta 10.000 euros. Desde hoy, los jóvenes de 16 y 17 años de Asturias tendrán más difícil acceder al alcohol. La compra y consumo de bebidas alcohólicas quedarán prohibidos por ley para quienes no hayan cumplido 18 años. De esta forma, el Principado dejará de ser la única comunidad en la que los menores aún podían hacerse sin problema con una cerveza, un calimocho o una botella de sidra. La Junta General del Principado dará hoy luz verde a la Ley de Atención Integral en Materia de Drogas y Bebidas Alcohólicas, que eleva de 16 a 18 la edad para adquirir y consumir alcohol en Asturias. La aprobación de esta normativa no fue sencilla. Fue elaborada por el PSOE pero en su tramitación parlamentaria sufrió algunos cambios, sobre todo los vinculados a la promoción y publicidad de la sidra, que ahora queda permitida. También el vino de Cangas recibirá un tratamiento especial, al ser incluido dentro de los productos de denominación geográfica protegida. Para defender esta ley, que también hace mención al tabaco aunque su contenido fue suavizado y matizado en el proceso de negociación parlamentaria, hoy acudirá a la Junta el consejero de Sanidad, Faustino Blanco.

Una vez que entre en vigor, en Asturias no solo quedará prohibido el consumo de alcohol por parte de los menores, sino que su venta estará fuertemente penalizada. Las sanciones van de 601 a 10.000 euros. Vender bebidas alcohólicas a quienes no tengan 18 años estará considerado como una infracción grave. Si quien facilita o suministra el alcohol es un joven menor de 21 años que actúa «por razones de amistad», reza la ley, se entenderá que estamos ante una infracción leve, penalizada con una multa de 600 euros.

Además, en el caso de que la dispensación de alcohol genere en el menor o los menores «un daño grave a su salud», ésta sería considerada una falta muy grave y estaría penada hasta con 600.000 euros, además del cierre temporal, total o parcial del establecimiento, centro, local o empresa por un periodo de cinco años.

Trabajos para la comunidad

La ley del alcohol es más dura con la venta que con el consumo. Que un menor beba una cerveza o un culín de sidra está tipificado como falta leve. En los espacios públicos, los jóvenes que no tengan 18 años no podrán consumir alcohol ni siquiera con autorización y en presencia de los padres. Las sanciones económicas dirigidas a menores de edad podrán ser conmutadas por servicios a la comunidad o por la participación en programas socioeducativos. Además, serán los padres o tutores los que deban responder solidariamente por la infracción administrativa de los menores de edad.

Uno de los puntos más polémicos y que más ampollas levantó entre los hosteleros es que la responsabilidad de las infracciones recaen también entre los titulares de los establecimientos. Es decir, si un joven es pillado bebiendo alcohol en un bar, la sanción económica no solo recaerá en el menor sino que puede hacerse extensiva también al dueño del local.

Otro asunto que dio que hablar fue el relacionado con la sidra y la pretensión de que fuera tratada como una droga más. El primer texto que había elaborado la Consejería de Sanidad equiparaba la sidra a otras sustancias adictivas. Pero finalmente, la sidra asturiana y el vino de Cangas obtuvieron el 'indulto'. La nueva Ley de Drogas, que hasta cambió su nombre para incorporar un apartado específico sobre alcohol, suavizó el tratamiento que daba a ambas bebidas. La protesta de lagareros, productores y promotores -molestos por que la sidra fuera considerada una droga-, así como la presión de los grupos de la oposición, consiguieron modificar el texto de la normativa.

La pretensión del Principado era, en un principio, limitar el acceso de los menores al alcohol y equipar la situación a la del conjunto del país, donde las bebidas alcohólicas están vetadas hasta los 18 años. Pero la introducción de otros aspectos como la prohibición generalizada de publicitar y promocionar bebidas alcohólicas, algo que afectaba de lleno a la sidra, así como la limitación para fumar en marquesinas y en el retranqueo de fachadas, hizo que la normativa saltara por los aires durante su tramitación parlamentaria, donde el PSOE, promotor de la iniciativa, no dispone de mayoría para aprobarla solitario.

La futura Ley de Drogas y Bebidas Alcohólicas también perdió otra de sus perlas iniciales: la prohibición de barras libres en bodas y eventos privados o la de fumar en marquesinas y espacios de retranqueo de fachadas de un metro. También han sido indultadas las gasolineras, que podrán vender bebidas alcohólicas.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios