Decomisados 2.685 kilos de xarda a un barco de Lastres

Agentes de Inspección y Vigilancia Pesquera dependientes de la Dirección General de Pesca Marítima del Principado decomisaron ayer 2.685 kilos de xarda al barco 'JJ Gas', perteneciente a la Cofradía de Pescadores de Lastres, por no haber respetado el inicio de la campaña para la captura de esta especie, acordada para hoy. La aprehensión se produjo cuando la embarcación llegó al puerto de Lastres, pasadas las cinco de la tarde, diez horas después de haberse hecho a la mar y con 2.685 kilos de xarda en sus bodegas, unas capturas valoradas en algo más de 1.300 euros.

Los agentes tramitaron la denuncia que dará origen al correspondiente expediente sancionador, que la Consejería de Agroganadería y Recursos Autóctonos anunció que iniciará «de inmediato» contra el armador, Juan Jesús Gutiérrez Allende, de Caravia, por no respetar la apertura de la pesquería para esta especie. Sin embargo, desde la Cofradía de Pescadores de Lastres explicaron ayer las razones por las que la tripulación del 'JJ Gas' salió ayer a la mar debidamente despachado por Capitanía Marítima y convencida de que la campaña de xarda estaba abierta desde las 0 horas del día 24. Porque esa era la fecha que figuraba en la resolución de la Dirección General de Ordenación Pesquera -perteneciente al Ministerio de Agricultura- que, con fecha del viernes 21, se recibió en la cofradía lastrina este pasado lunes.

Resolución anulada

Esa resolución fue anulada posteriormente, a petición del sector y de la comunidad autónoma, por otra que aplazaba 24 horas el inicio de la campaña. La cuestión es que esa nueva resolución llegó, vía fax, a la Cofradía de Pescadores de Lastres a las 10.41 horas de ayer. Entonces, el 'JJ Gas', con cinco tripulantes a bordo, ya llevaba casi cuatro horas en la mar. Los intentos por contactar telefónicamente con el patrón del barco fueron infructuosos durante buena parte del día. Cuando se consiguió la comunicación, ya estaba llegando al puerto, con el diario de a bordo perfectamente rellenado, es decir, indicando en él las capturas del día, lo que da idea de que su intención no era la de ocultar su actividad.

Sabedor de que los agentes de Inspección Pesquera le esperaban en el puerto para decomisar sus capturas, el armador del barco recurrió a un notario para que levantara acta de todo lo sucedido. La pesca decomisada, según informó el Principado, se entregó a diversos centros benéficos, entre ellos, el Banco de Alimentos.