«Volveremos a Nepal porque tenemos mucho que aprender de esa gente»

Ángel Fernández y Pepa Cucarella, los dos montañeros asturianos que vivieron sobre el terreno los dos devastadores terremotos de Nepal, llegaron hoy por la mañana a España. Tras un largo viaje de casi 15 horas, vía Doha (Qatar), los asturianos pisaron tierra a primera hora, muy cansados y con ganas de poner orden a sus vidas, así como de pasar página a 25 días de un viaje que nunca olvidarán. Tuvieron suerte porque pese al peligro que corrieron al encontrarse en medio del desastre provocado por los dos seísmos, llegan sin un rasguño. En ningún momento tuvimos sensación de peligro y pensamos regresar a Nepal porque la gente de allí es especial y tenemos mucho que aprender de ellos, dijeron nada más regresar.

Era la primera vez que viajaban al país del Himalaya y, pese lo vivido, los dos montañeros no dudan en recomendar la expedición. Pepa Cucarella, médico del Hospital Central de Asturias, de origen valenciano, y Ángel Fernández, comercial ovetense, ambos apasionados de la montaña, partieron hacia Nepal una semana antes de que se produjera el primer terremoto, en un viaje que organizaron ellos mismos. Ese movimiento de tierra les cogió en el valle de Gokio, mientras realizaban una ruta de trekking, y tuvieron las suerte de que esa zona apenas resultó afectada por el seísmo. El pánico desatado, sin embargo, les llevó a suspender la marcha y a dirigirse a Namche Bazaar, la considerada entrada al Himalaya. Pese a todo, no suspendieron el viaje nepalí para regresar a España, como hicieron la mayor parte de los montañeros que estaban allí, sino que continuaron la marcha esta vez hacia el valle de Pokhara.

De regreso a Katmandú para volver a España, unas pocas horas antes de tomar el vuelo a Madrid, vía Doha, vivieron el segundo terremoto. Estábamos en la zona más turística de la capital realizando las últimas compras cuando la tierra volvió a temblar, contó Ángel Fernández. El segundo seísmo duró menos que el primero y los dos montañeros asturianos aseguran que tampoco esta vez sintieron sensación de peligro. Hay zonas muy afectadas y otras no. En el centro, por ejemplo, apenas se desplomaron edificio por el segundo seísmo. Se cayeron al suelo los ladrillos que había amontonados para la reconstrucción, pero los edificios que quedan en pie se mantuvieron. Después del nuevo susto, se fueron al hotel y al aeropuerto para regresar a España sin otro contratiempo.

Los montañeros asturianos no dudan ahora en asegurar que volverán a Nepal. Es un país maravilloso y regresaremos. Pese a la tragedia, la gente no hacía más que ayudarnos y sonreir para que nos sintiéramos bien. Tenemos mucho que aprender de ellos, dijeron.