Paralizan el rescate del minero fallecido por el riesgo de derrumbe

Nuevos desprendimientos en el interior del túnel hundido ayer en la mina de Cerredo han obligado a paralizar las labores de rescate del cuerpo de Roberto Calviño, atrapado en la cabina del camión que manejaba. La Brigada de Salvamento Minero ha tenido que abandonar el interior del pozo hasta que la zona sea asegurada, ante el riesgo de que sus integrantes también queden atrapados. Se espera que a lo largo de la tarde una empresa especializada acceda al interior para proyectar hormigón gutinado para asegurar la zona y las tareas de rescate podrían no volver a reanudarse hasta la noche o mañana.

Entonces, los miembros de la Brigada de Salvamento Minero volverán a acceder al interior de la mina para lograr recuperar el cuerpo del minero que se encuentra atrapado en una de las galerías del túnel de Cerredo, a unos dos kilómetros de la entrada del túnel de la mina de Degaña.

Complicado rescate

Fue en torno a las seis de esta mañana cuando se desvanecían todas las esperanzas de encontrar con vida al trabajador, después de que los efectivos de rescate visibilizaran el cuerpo sin vida del Roberto Calviño, de 39 años y vecino de Villablino, dentro de su camión completamente sepultado por piedras. Los operarios tuvieron que acceder por encima del hundimiento a través de un agujero, bajar por detrás del camión para, una vez allí, alcanzar la cabina del vehículo e intentar recuperar el cadáver, aunque sin éxito. A la inestabilidad del túnel se le sumó otra complicación, el uso de máquinas de gasolina que aumentaba los niveles de CO2, elevando los peligros de la zona. De ahí que fuese necesaria la solicitud del uso de máquinas neumáticas para continuar los trabajos al interior de la mina.

Esta difícil situación agudizaba la angustia vivida en el exterior de la mina, donde desde la tarde de ayer se encuentran los familiares, amigos y compañeros de Calviño . Está siendo demasiado duro, asegura el responsable de Fitag-UGT, más aún cuando, según recuerda, la zona donde tuvo lugar el accidente era de las menos peligrosas, "dado que por elevado tránsito de vehículos se había reforzado en los últimos meses". Se trata del acceso principal al interior de esta explotación, que con una altura de unos siete metros, se puso en marcha hace seis años tras una inversión de 45 millones de euros. Por él discurren diariamente palas y camiones para sacar al exterior el carbón que se extrae, actividad que tras este accidente se encuentra totalmente paralizada. "Sin embargo, dentro de la mina uno nunca está seguro porque puede pasar cualquier desgracia", comenta el sindicalista.

Calviño conducía un camión cuando parte del túnel se vino abajo dejándolo sepultado junto a otro trabajador que manejaba una pala cargadora. Este último, natural de Tormaleo (Ibias), pudo salir por su propio pie ayudado por sus compañeros, a través de un hueco entre las toneladas de piedra y carbón. Afortunadamente resultó ileso. De hecho, permaneció en las inmediaciones del pozo siguiendo de cerca las labores de búsqueda de su compañero.

El minero fallecido llevaba justo un año trabajando en el interior de esta explotación y hoy tenía previsto coger sus vacaciones, según testimonios de sus compañeros, que han recordado también que un hermano ya había muerto en otro accidente minero que tuvo lugar en julio de 2003 en una explotación minera de Villablino.