Detenidos dos criadores de gallos de pelea en una operación nacional

La Guardia Civil ha cerrado la primera fase de la operación 'Pugnator' con 17 detenidos, entre ellos un menor, e incautándose de 217 gallos de pelea, en una redada organizada en Asturias, Cantabria y Vizcaya. Las pesquisas llevaron a los agentes hasta un criadero de Cangas de Onís, donde procedieron al arresto de dos personas y se hicieron con 179 aves. Los animales retirados de la circulación pertenecen a la raza del 'gallo combatiente español' y el lote estaría valorado en más de 100.000 euros.

La investigación está siendo dirigida por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de Torrelavega (Cantabria), y se centra en una presunta trama a la que se acusa de cometer maltrato animal y organizar las riñas en presencia de menores de edad. Hay indicios también de que apostaban dinero aprovechando las refriegas.

La investigación se inició en Cantabria, tras recabar información de posibles peleas celebradas con ejemplares sustraídos a criadores legales. Los agentes dieron con tres posibles lugares de celebración de los combates, tanto en la comunidad vecina como en Vizcaya. La vigilancia de los enclaves permitió identificar a un grupo de personas que acudía siempre a los escenarios, acompañados de menores de edad.

El dispositivo de vigilancia recuperó los cuerpos de cinco gallos muertos, a los que se practicó la necropsia con el apoyo de la Consejería de Medio Rural cántabra. Los informes periciales concluyeron que los animales perecieron por las heridas sufridas en peleas.

Con estos datos, los agentes del Seprona de la Guardia Civil intervinieron en Santiago de Cartes (Cantabria) cuando sospecharon de la celebración de una pelea. En el patio de la vivienda encontraron dos gallos en un reñidero, ensangrentados y con importantes heridas. Viendo el espectáculo había varios menores de edad. Varios de los asistentes trataron de huir del lugar al irrumpir los agentes, pero fueron neutralizados en los alrededores. En total se practicaron once arrestos. Hubo once gallos rescatados de los que siete mostraban heridas de gravedad que fueron atendidas en el Centro de Recuperación de Aves de Cantabria. Los uniformados recuperaron 600 euros que sospechan formaban parte de las apuestas.

Los hallazgos condujeron a los agentes a practicar luego nuevas detenciones en Vizcaya y Cangas de Onís.

Las peleas de gallos han sido ilegalizadas primero por las normativas autonómicas. En Asturias la Ley de Protección de los Derechos de los Animales, de 2002, califica de infracción administrativa muy grave las peleas «que supongan malos tratos, utilización abusiva o sufrimiento innecesario». En 2015 el Código Penal dio un paso más, castigando con hasta un año de prisión a «maltrate injustificadamente» a un animal en presencia de menores. Estas iniciativas han arrinconado una práctica tradicional, permitida en otras latitudes.

En el Principado se llegó a constituir la Asociación de Galleros de Asturias para preservar pugnas cuya violencia rebajan a «tientas» de animales. Una redada de la Guardia Civil puso a parte de sus asociados ante el juez, siendo condenados en 2010 a una multa de 240 euros por persona por una falta de maltrato animal. El colectivo prohibía las apuestas.