La gripe deja al HUCA sin camas libres

La gripe y la falta de previsión por parte de algunos hospitales está complicando la atención en los servicios de urgencias, que se encuentran saturados y al límite de su capacidad. Ayer, el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) se quedó prácticamente sin camas libres para dar cabida a nuevos ingresos y sopesaba comenzar a derivar pacientes al Monte Naranco, el centro más próximo, como solución temporal ante la escasez de huecos en las plantas de hospitalización de La Cadellada donde hay cerca de mil plazas (menos de las que disponía el viejo hospital). El problema con el que se encuentra el nuevo HUCA es la falta de flexibilidad en sus habitaciones, que no pueden acoger más de dos camas.

La elevada demanda asistencial ha sido una constante a lo largo de esta semana y la anterior. De hecho, la situación se remonta a principios de mes, cuando en pleno puente de la Constitución el HUCA llegó a registrar récord de pacientes en Urgencias. Otros centros, como Cabueñes, también alcanzaron cifras históricas de enfermos, una tónica que se repitió incluso en las Urgencias de los centros de salud, tal y como alertaron a EL COMERCIO los equipos del Servicio de Atención Continuada (SAC). En El Llano, en Gijón, hubo días en los que los médicos y enfermeros llegaron a ver a 245 personas, además de las consultas a domicilio.

La epidemia de gripe, que se ha recrudecido en las dos últimas semanas tras casi triplicar su incidencia en la región, unido a la falta de personal en estas fechas navideñas, no ha hecho más que empeorar las cosas. El virus gripal está dejando en la región una estela de cinco mil enfermos a la semana y es más que factible que su intensidad se agudice aún más estos días. Ayer decenas de pacientes aguardaban en los boxes de Urgencias para poder ingresar en alguna de las plantas del HUCA, donde no había camas libres. Los médicos de Urgencias atendieron cerca de 350 enfermos durante el día de ayer, una cifra que a pesar de ser elevada se ha convertido en habitual.

Pero el Hospital Universitario Central de Asturias no es el único que está acusando los efectos de la epidemia gripal y de la presión asistencial propia del invierno. Cabueñes, en Gijón, ha tenido que recurrir una vez más a las denominadas camas supletorias. Ayer, el hospital gijonés contabilizaba treinta habitaciones triples, una situación que no es muy bien recibida por enfermos y familiares, así como por los trabajadores, que sufren una notable sobrecarga de trabajo. La saturación obligó a Cabueñes a abrir parte de la segunda planta, que mantenía cerrada desde hace meses. La medida se hará efectiva a lo largo del día de hoy. Asimismo, el hospital gijonés también ha procedido a trasladar a la primera planta a los pacientes de cardiología que habitualmente ingresaban en la quinta. La intención del centro es concentrar la atención al corazón en el primer piso, donde está el área de Hemodinámica. Eso hará que parte de la quinta planta quede liberada para el ingreso de enfermos de otras patologías.

El caso es que Cabueñes no podrá echar mano de su 'compañero' de Jove, como sí ha hecho en otros inviernos de forma excepcional. Y no podrá porque el hospital concertado también está lleno. Según indicó la director médica, Begoña Álvarez, el centro tenía ayer 165 pacientes ingresados, una situación de alta ocupación que les ha llevado a habilitar parte de una planta que por lo general está fuera de servicio.

La mayor parte de los enfermos que acuden a Urgencias «es gente mayor, con trastornos respiratorios agudos y cuadros de descompensación». También se está empezando a ver «casos de gripe en personas medianamente jóvenes». El consejero de Sanidad reconoció ayer que «estamos ante momentos complicados, como ocurre siempre que llega la gripe, que se encuentra ahora en fase de agresividad importante». No obstante, Francisco del Busto dijo que «el sistema sanitario se encuentra al ciento veinte por ciento de rendimiento» y negó que haya saturación.