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L. FONSECA
Miércoles, 5 de abril 2017, 03:02
Están pendientes de una operación por la que llevan esperando bastante tiempo. Algunos, más de un año. Sin embargo, no figuran en los registros oficiales. Son los llamados pacientes 'fantasmas', término empleado por Podemos para referirse a los enfermos que son retirados de la lista de espera estructural por haberse negado a ser intervenidos en un hospital que no es el suyo. Es el caso de María Luisa, de 74 años, la suegra de Alfonso Jiménez, un ferroviario de Llanera que harto de la situación ha decidido formar el colectivo 'Stop listas de espera'. En diciembre de 2015, el traumatólogo determinó que a María Luisa le tenían que implantar una prótesis de rodilla. Entró en lista de espera, pero en mayo de 2016 «la llamaron para derivarla al Hospital de Cruz Roja, en Gijón. Hablaron conmigo», cuenta Alfonso, «y me dijeron que tenía que empezar allí de cero, con pruebas y con los traumatólogos. Obviamente, dijimos que no; mi suegra ya contaba con la decisión de un traumatólogo del HUCA, ¿por qué íbamos a empezar de nuevo todo el proceso?». El caso es que el tiempo pasó, María Luisa siguió yendo al HUCA, donde en agosto de 2016 le hicieron el preoperatorio y en septiembre firmó la autorización.
En enero pasado «y viendo que no la llamaban fuimos a preguntar al hospital y cuál fue nuestra sorpresa cuando vimos que no figuraba en lista de espera. Había desaparecido», relata su yerno. «No lo encontraba ni el traumatólogo que había ordenado la operación». Hasta que a un profesional del servicio «se le ocurrió preguntarme si nos habrían llamado para ser derivada a otro centro». Enigma resuelto. María Luisa había pasado a «la lista de espera fantasma, que ellos llaman no estructural y donde pasas a ser un paciente que literalmente no existe», se queja Alfonso Jiménez.
El de su suegra no es el único caso. A Jorge Estrada (Cadamo, 1961) le ocurrió lo mismo. Estaba pendiente de una operación de prótesis de cadera en el HUCA. Aguarda desde abril de 2016, un año ya. «No me aguanto más de los dolores; tengo que ir con muletas, casi no puedo caminar», explica. En octubre le llamaron desde el Sespa para derivarle a Gijón, también a Cruz Roja. «Dije que no, pero no porque no me fíe del hospital, sino porque aquí conozco a los médicos que me van a intervenir y son los que llevaron mi caso». Lo que no sabía Jorge era que por decir que no «me dejarían fuera del registro. Estoy en la lista negra». Igual que José Pérez Menéndez (Cangas del Narcea, 1950). Entró en lista de espera para una prótesis de cadera en noviembre de 2016. «El pasado 29 de marzo me llamaron del Sespa para proporme Gijón». A diferencia de los otros dos casos, en esta ocasión sí le alertaron de las consecuencias: «Si rechaza ir a Gijón, pasa usted al final de la cola. Fueron muy claros. Me quedé supercortado. No supe qué decir. No te dan tiempo ni a pensarlo porque tienes que contestar sobre la marcha». Este cangués va a escribir una carta de protesta al Servicio de Atención al Ciudadano. También al Sespa y «si hace falta, al consejero. No me parece de recibo. Además, no tengo ninguna constancia de que me han llamado. ¿Cómo lo demuestro?», se pregunta incrédulo.
José Pérez, Alfonso Jiménez y Jorge Estrada forman parte de 'Stop listas de espera'. Se trata de un colectivo que, de momento, no se ha constituido como entidad, pero que tiene abierta una página en Facebook. «Somos unos 700», detalla. Mañana, jueves, darán una charla en Gijón. Será a las 18.30 horas, en La Manzorga, en la calle Ceán Bermúdez, 2.
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