El brote de hepatitis A se extiende por todo el Principado

Diecisiete casos de hepatitis A aguda en el Área Sanitaria V en apenas cinco meses -de octubre de 2016 al pasado marzo- han hecho saltar las alarmas. El notable incremento de casos que llamó la atención de un equipo médico multidisciplinar del Hospital de Cabueñes no es, además, un hecho aislado sino «algo que se está comentando en otras áreas sanitarias» de la región, tal y como constató ayer el consejero de Sanidad, Francisco del Busto. La Dirección General de Salud Pública ya está sobre el tema. «Va a empezar a trabajar con el Área Sanitaria V y con todas las áreas para hacer campañas de formación e información a los ciudadanos y a determinados colectivos sobre las prácticas seguras para todo tipo de relaciones, tanto heterosexuales como homosexuales», manifestó ayer en Oviedo antes de participar en la jornada con motivo del Día Mundial del Cáncer de Ovario. Según añadió, esas prácticas seguras pasan indefectiblemente por «el uso del preservativo».

Y es ahí donde se incidirá en esas campañas de concienciación que se prevén desarrollar. Porque «el VIH, la hepatitis A y otras enfermedades que se contagian mediante contacto entre personas, entre ellas las enfermedades de transmisión sexual, tienen la ventaja de que no matan».

«Disminución del miedo»

Pero también presenta una desventaja: el ser una enfermedad ya crónica para la que se cuenta con tratamientos cada vez más eficaces conlleva «una disminución del miedo a la enfermedad mortal y que se baje la guardia. Es algo que pasa en todo el país».

En los casos detectados en Gijón -veinte en los últimos quince meses-, todos los pacientes (menos una) eran hombres, con una media de edad de 34 años. Según los médicos que recogieron estos datos en un estudio, «existe un claro brote de hepatitis A aguda en nuestra área en el colectivo de varones homosexuales con prácticas sexuales de riesgo». Quince de los veinte requirieron ingreso hospitalario, permaneciendo una media de 2,8 días en el hospital. Todos evolucionaron de forma favorable con tratamiento sintomático.

Entre las pruebas complementarias practicadas se detectó que tres de los pacientes tenían VIH y otros cinco, sífilis.

La hepatitis se transmite por la ingestión de alimentos, o bebidas, contaminados o por contacto directo con una persona infectada por el virus. Quienes la contraen suelen presentar signos de malestar general, pérdida de hambre, náuseas, dolor abdominal, diarreas y coloración amarilla de la piel.