Borrar
Algunos de los Erasmus que este curso escogieron la Universidad de Oviedo para completar su formación académica, durante una visita al Ayuntamiento de Oviedo.
Cerca de 1.200 universitarios solicitan una beca Erasmus para el próximo curso

Cerca de 1.200 universitarios solicitan una beca Erasmus para el próximo curso

El vicerrector afirma que «se están recuperando valores similares a los de los mejores años» del programa de intercambio, que cumple tres décadas

LAURA MAYORDOMO

Lunes, 29 de mayo 2017, 00:43

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Cerca de 1.200 universitarios aspiran a estudiar el próximo año no solo fuera de Asturias, sino de España. Son cuatrocientos más que los que este curso consiguieron plaza en una universidad europea, principalmente italiana o polaca (los dos destinos favoritos de los erasmus asturianos, a la vista de los datos de la Universidad de Oviedo). Treinta años después de la puesta en marcha de estas becas de formación superior en el extranjero, su demanda no ha hecho más que aumentar y, en estos momentos, es tan elevada que obliga a llevar a cabo una selección previa de los candidatos.

LAS CIFRAS

  • son los alumnos asturianos que disfrutaron este curso de una beca Erasmus en un total de 25 destinos. Los cinco países más solicitados fueron Italia (144), Polonia (112), Reino Unido (85), Francia (81) y Alemania (62). Bulgaria y Chipre, con dos becarios cada uno, son los que menos tirón tienen.

  • son los alumnos de 24 países distintos que escogieron la Universidad de Oviedo para completar su formación académica este curso. Los grupos más numerosos son los que proceden de Italia (166), Alemania (103), Francia (67), Turquía (40) y Bélgica (30). La Facultad de Filosofía y Letras es de las que más alumnos atrae uno de cada cuatro. Este curso, suma 153 en total.

«Se nota que estamos recuperando valores similares a los de los mejores años en la historia de estas tres décadas de Erasmus y, en nuestra Universidad, la tendencia es al alza», constata Francisco José Borge, vicerrector de Extensión Universitaria y Proyección Internacional, al que han llegado esas cerca de 1.200 solicitudes.

Su vicerrectorado ha tenido también la última palabra en el destino de 61 alumnos de Economía y Empresa que el pasado mes de abril, tras aparecer en la lista provisional de admitidos, se encontraron con que la facultad no les adjudicaba destino por considerar que no acreditaban el nivel de idioma. Todos ellos habían presentado como certificación el aprobado por la Casa de las Lenguas, pero la facultad solo admitió los que tenían una nota superior a cinco. 61 alumnos no alcanzaban esa nota y la facultad dejó la decisión sobre su futuro en manos del vicerrectorado. Al final, éste pidió a la facultad que se asignasen los destinos vacantes en aquellos países donde el nivel B1 de inglés fuese recomendado, no exigido. La decisión apenas benefició a media docena, según fuentes de los estudiantes. El resto tendrá que hacer el próximo curso en Oviedo.

Se perderán lo que tanto el vicerrector como Juan Vázquez, exrector de la Universidad de Oviedo y decano de Economía cuando en 1987 arrancó el programa Erasmus, califican de vivencia «única». «Es una de las experiencias más valiosas que cualquier estudiante universitario puede disfrutar. La mejor vía de complementar la formación académica con la personal y, sin duda, la mejor ventana hacia un mundo exterior que ayuda a enriquecer el interior», destaca Borge.

Juan Vázquez lo resume gráficamente: «En todos estos años no he conocido ni un solo caso de una persona que no esté satisfecha con la experiencia, no solo en términos académicos sino principalmente en términos vitales. Todo el mundo reconoce que es un ejemplo de cómo un programa sencillo y poco costoso ha tenido una influencia universitaria y personal decisiva. Mucho más de lo que se podía pensar», añade.

La Facultad de Economía que él regía hace tres décadas y la entonces Escuela Superior de Ingenieros Industriales de Gijón fueron los que más a fondo se emplearon en dar forma a un programa cuyos primeros pasos combinaban a partes iguales ilusión e incertidumbre. Hubo que vencer barreras. Como los recelos de cierta parte del profesorado que dudaba de que a sus alumnos les fueran a enseñar fuera lo mismo que ellos enseñaban en sus aulas. «Yo defendía que, aunque no aprendieran lo mismo, aprenderían algo que les fuera útil. Y mi criterio fue calando», recuerda ahora Juan Vázquez. También hubo que convencer a los directamente beneficiados. A los alumnos. «Hoy, en cambio, son tantos los que lo solicitan que hay que hacer selección. No hace falta animarlos».

Ni la crisis económica consiguió hacer menguar la demanda. De hecho, el número de erasmus pasó de 453 en el curso 2011-2012 a 762 un año después. Y la cifra de becarios en estos últimos cinco años «se ha mantenido en parámetros muy elevados, siempre por encima de la media de universidades españolas de características similares a las nuestras», apunta Francisco José Borge.

Juan Vázquez lamenta que la dotación económica de este programa no sea mayor para «hacerlo accesible a todos los alumnos» y seguir haciendo crecer «la primera generación verdaderamente europea, una generación que trasciende fronteras y países». Porque, hoy por hoy, pese a la implicación de las universidades y las comunidades autónomas -que complementan el presupuesto estatal para estas ayudas-, son muchas las familias que económicamente no pueden permitirse la estancia de su hijo en el extranjero durante tantos meses.

El exrector lanza también una advertencia: «Si no se le presta la suficiente atención podría languidecer por falta de medios. Habría que impulsarlo más decididamente y con más recursos porque es una política que, costando poco, ha dado mucho».

los 30 años del Erasmus, que se celebrará en Salamanca el 17 de octubre en el marco del octavo centenario de la universidad salmantina.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios