43.900 mujeres asturianas están solas al frente de sus hogares y con hijos a su cargo

Lo dice el informe 'Asturias en Cifras' que elabora el Instituto Asturiano de la Mujer. Con las bases de datos oficiales, el Instituto Nacional de Estadística (INE) y Sadei, confecciona este organismo dependiente de la Dirección General de Igualdad una radiografía de la sociedad asturiana.

Y lo que revela es que las mujeres son más. De los 1.018.784 habitantes (con datos a 1 de enero de 2020), el 52,3% son mujeres. Supone, indica el informe, que por cada cien hombres hay 109,5 mujeres. Una tasa que varía según el grupo de edad, pero que llega a duplicarse a partir de los 84 años. En Asturias hay 217 octogenarias por cada cien octogenarios.

Un desequilibrio en la estructura de edad y sexo que, expone el informe, «se acentúan en algunas comarcas». Así, mientras Gijón, Oviedo y Avilés presentan un perfil más joven, con entre 111 y 108 mayores de 65 años por cada cien menores de 15, la que encabeza Cangas del Narcea llega a las 360 mujeres mayores de 65 años por cada cien menores de 15 años.

El liderazgo femenino también está en los hogares. Si hay 43.900 asturianas que viven solas con sus hijos, 23.100 se hacen cargo de menores de 25 años. Según el informe del Instituto Asturiano de la Mujer, de ese total, 13.600 viven solas con un menor y medio millar lo hacen con tres o más hijos menores dependientes de ellas.

Una dependencia que lleva a que las excedencias laborales para tareas de cuidados estén también feminizadas. En Asturias, el 92,8% de esas excedencias «por cuidado de familiares a cargo» tienen como titular a una mujer. Muy por encima de la media española, que, aunque es alta, se queda en el 89,4%.

Según aclara el documento, entre esas excedencias para cuidados, la inmensa mayoría se solicitan «para el cuidado de hijos a cargo», capítulo que engloba el 93,8% de las peticiones. El 89,1% de esas bajas laborales solicitadas por asturianas lo son para el cuidado de otros familiares.

Eso no significa, en ningún caso, que las asturianas no tengan formación y capacitación para tener peso en el mercado laboral. De hecho, de las 198 tesis doctorales que se presentaron en Asturias en 2019, el 53,5% fueron realizadas por mujeres. Porque la mayoría de las matrículas universitarias siguen teniendo nombre de mujer, aunque las carreras elegidas mayoritariamente son de Ciencias de la Salud, Servicios Sociales, Arte y Humanidades o Educación.

Unas elecciones que explican la segregación en el empleo. «El sector que concentra a más mujeres empleadas en Asturias es la Administración pública, Educación y actividades sanitarias y de servicios sociales», documenta el estudio. De ellas son casi cuatro de cada diez nóminas de esos sectores. Por contra, de ellos son casi nueve de cada diez nóminas de la industria no manufacturera y la construcción.

Un mercado laboral en el que hay más mujeres inactivas que hombres: 270.700 frente a 192.600, así como menos mujeres con empleo. Los números hablan de 184.600 frente 196.600 y de un 2020 en negativo para el empleo femenino: acabó con 2.400 mujeres inactivas más y 1.500 ocupadas menos. En número de contratos, el registro es más abultado: 2020 se cerró con 68.232 contratos menos con firma de mujer.