Acaba un curso marcado por la aplicación total de la LOMLOE y por la conflictividad
La red de 0 a 3 ha marcado la agenda de la consejería en el último año de EBAU y de aumento del problema de salud mental
Dicen las estadísticas que fue la vuelta al cole más cara de la historia (con un gasto que podía alcanzar los 1.000 euros por alumno). Con ese desembolso arrancó el curso de la implantación total de la LOMLOE, esa ley que ha obligado a profesores, alumnos y familias a habituarse a un cambio de paradigma, a hablar de pruebas competenciales en lugar de exámenes, de competencias más que de asignaturas, de proyectos en lugar de trabajos de clase, de metodologías activas...
Ha sido el curso del aumento de la preocupación por la salud mental de nuestros jóvenes. De la implantación del nuevo programa bilingüe, el que tiene como objetivo acabar con las muchas lagunas detectadas en los que se estaban llevando a cabo desde 2014. Por eso, en este 2023-2024 nació el HabLE. Del fin de los apoyos docentes que llegaron a los centros tras la pandemia. El curso de las incógnitas de la selectividad, despejadas finalmente con la decisión de aplazar la reforma. Y, por tanto, el curso de la última EBAU, que dará paso a la PAU.
Sin duda, ha sido el curso de la puesta en marcha de la red autonómica del 0 a 3, aunque para este ciclo el curso no ha finalizado aún (de hecho, hay una huelga convocada todavía para el próximo día 28). Uno de los proyectos más importantes del Gobierno regional ha marcado en buena medida la agenda de la consejera, Lydia Espina, que debía presentar el proyecto a todos los concejos, porque con todos ellos debe firmar convenios, pero también ha marcado el malestar sindical que poco a poco ha ido poniendo esta red en el centro de las protestas, por más que Educación insistiera en que algunas de las cuestiones que demandan no dependen de su área.
101.575 estudiantes de Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato han llenado las aulas este curso que ayer finalizó, el segundo con un calendario escolar unificado para todos los niveles. En realidad, llenar no han llenado, porque el descenso de la natalidad deja cada vez más pupitres vacíos.
Todo eso ha marcado el curso para estudiantes y para familias. Pero, para la consejería, lo ha hecho otra cuestión: la continua y creciente movilización sindical. Porque ha sucedido lo que hacía muchísimos años que no pasaba en Asturias: una amenaza de huelga ha puesto el broche a las últimas semanas de un curso en el que se han sucedido los encierros, las manifestaciones y las concentraciones en las puertas de los centros. En marcha, negociaciones tanto para el 0 a 3 como el resto de la red, para tratar de pacificar un curso que ha sido de todo menos tranquilo.