Adif conecta en Lena la variante con el trazado existente hasta Oviedo y Gijón

Adif trabaja ya en la conexión entre las vías existentes en el trazado ferroviario de Pola de Lena a Oviedo y Gijón y las vías de la variante de Pajares. Cuando acabe, la puesta en marcha de la variante, prevista en estos momentos para el primer tercio del próximo año, pondrá fin a una obra iniciada en 2004 con un presupuesto final que se acerca a los 4.000 millones de euros.

Las vías de la variante llevan listas desde la pasada primavera, y se están complentando las obras de los equipamientos de ventilación de los túneles. La cuestión ahora está en reformar la estación de Pola de Lena para reubicar sus andenes y habilitar un paso inferior.

La culminación de la variante deja abiertas varias incógnitas, como el anunciado cierre de la rampa de Pajares aún sin fecha, pasar una de las vías del soterramiento de León al ancho internacional, terminar de pasar a ancho mixto la línea León-La Robla y, sobre todo, cómo avanza el trazado de Lena a Gijón, puesto que el AVE llegará a la costa en 2023, según las últimas declaraciones en este sentido del presidente regional, Adrián Barbón, pero no así la Alta Velocidad, que lo hará, en el mejor de los casos, no antes de 2030.

De ejecutarse, sería el último tramo de la línea de alta velocidad entre Madrid y Gijón. Entre 2007 y 2018 el entonces Ministerio de Fomento estuvo encargando, parando y reactivando diversos estudios que perfilaban el tramo, que ahora vuelve a retrasarse.

Ante este planteamiento, la finalización de la variante de Pajares, prevista para finales de este año con la intención de que empiece a funcionar como servicio comercial, tras el proceso de pruebas y homologación pertinente, a principios del que viene, supondrá la reducción de entre 45 y 50 minutos de tiempo de viaje. Lo hará, provisionalmente, sobre el ancho de vía ibérico, que está presente en la variante en una de las vías y en las dos vías desde Campomanes a Pola de Lena.

Campomanes es el punto donde termina la línea que en puridad se puede denominar de alta velocidad. En la variante, las vías ya están colocadas en ancho internacional e ibérico, pero entre Campomanes, donde se encuentra el intercambiador para adaptar el ancho de los ejes de uno a otro ancho, hasta la estación de Pola de Lena por el momento solo hay ancho ibérico. Eso sí, la plataforma sobre la que se asienta y la catenaria de alimentación de los trenes tienen también especificaciones técnicas de Alta Velocidad.

Es de Pola de Lena hacia Oviedo y Gijón donde las condiciones del trazado ferroviario existente no permiten el desarrollo de ritmos de marcha de alta velocidad. De hecho, entre Pola de Lena y Oviedo más de la mitad del recorrido tiene límites de velocidad inferiores a 100 kilómetros por hora, entre otras causas, debido a que los radios de las curvas son menores de lo necesario para velocidades más altas, así como por peraltajes y material ferroviario. Toda esta zona se mejorará sin cambiar en esencia el trazado, mientras que entre Oviedo y Gijón sí está prevista la ejecución de la variante de Villabona.

En todo caso, tanto el Gobierno regional como el Ministerio de Transportes han repetido en numerosas ocasiones que si el tren hace una parada en Lena, otra en Oviedo y otra en Gijón, no hay espacio suficiente para la aceleración y deceleración que es precisa para que los trenes alcancen sus velocidades de crucero.

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