El aeropuerto queda al borde del pasajero 2 millones en el mejor año de su historia

El pasado 9 de octubre, lunes, aterrizó en la terminal de Santiago del Monte el viajero 1.560.831. Uno más que la mejor cifra registrada en la infraestructura aérea, los 1.560.830 viajeros de 2007. Y con él no solo se puso fin a años de sequía, especialmente duros tras perder, en 2018, todas las conexiones internacionales, sino que se abrió un dique que, hasta la apertura de la variante de Pajares, parecía no tener fin. En octubre 1.691.009 pasajeros utilizaron la infraestructura asturiana. En noviembre, última cifra facilitada por Aena, el tráfico de pasajeros llegó a 1.825.891, un 38,8% más que el año anterior.

El dato situó al aeropuerto de Asturias entre los 17 con más volumen de viajeros del país. Y el que más creció de toda la cornisa cantábrica. En los primeros once meses del año, Bilbao mejoró su tráfico un 23,9%, hasta llegar a 5.865.826 viajeros. Santiago de Compostela creció un 22,3%, hasta los 3.294.815 usuarios. Mientras Asturias se consolida como el tercer aeropuerto del norte, el de Santander subió un 13,7%, para quedar en 1.165.017 usuarios; el de A Coruña perdió un 7,7% de pasaje y apenas si superó los 1,1 millones (1.153.209), y el de Vigo mejoró un 10,9% sus resultados, lo que supone llegar al 1 de diciembre con 1.047.953 usuarios.

La estadística oficial dejó así a la terminal a un paso de alcanzar la barrera psicológica del viajero dos millones. Para lograrlo debía de captar en diciembre a 174.179 personas. Sería la cifra más alta de la historia, ya que el mejor diciembre de los vividos por la terminal en sus 55 años de historia fue el del año pasado. Alcanzó los 139.217 usuarios, lo que supuso un crecimiento del 50% sobre el año anterior.

¿Podía aumentar un 25% el pasaje de diciembre? Había expectativas fundadas, pero todo indica que no fue posible. La cosecha de viajeros de la terminal asturiana al cabo del año queda en 1.974.850, según las fuentes consultadas. El diciembre de 2023 quedaría como el mejor de la historia, con 148.959 usuarios, un 6,9% más que en 2022.

A falta de la confirmación de Aena, el aeropuerto habría cerrando el mejor año de su historia, con crecimientos que van desde el 82,9% de enero al 11,2% de noviembre y ese 6,9% de diciembre, mes con más de 200 vuelos, varios chárter, y ocupaciones plenas en los vuelos con Canarias y las rutas internacionales.

Precisamente las rutas que más han engordado las cifras de la terminal. Aunque el corredor madrileño sigue siendo el motor, con 367.010 usuarios en once meses, las rutas internacionales han sumado 353.973 usuarios en el mismo periodo y las que unen Asturias con el archipiélago contabilizaron 230.618.

Dos tipos de conexiones que se diferencian no solo en el destino, internacional las primeras, nacional las segundas, sino en la financiación. Las internacionales están, en su mayoría, respaldadas por presupuesto regional. De la mano de un concurso de promoción llegaron las conexiones de Ryanair con Roma, Bruselas y Düsseldorf; las de Vueling con París (que aumentó un 45,8%), Londres (Gatwick, que creció un 51,4%) y Ámsterdam; y las de Volotea con Milán y Venecia.

Todo lo contrario que las rutas canarias. Ninguna de las aerolíneas que conectan con el archipiélago (Volotea, Vueling y Binter) tiene apoyo económico. Incluso la última ofrece conexión gratuita con todo el archipiélago, previa escala en Gran Canaria o Tenerife. El aeropuerto de Las Palmas vio incrementada un 29,4% su tráfico desde o hacia Asturias y el de Tenerife (sur) un 13%. El de Fuerteventura llegó al 33% de aumento, y el Lanzarote, un 11%.

Al final, del sur no llegó el viajero dos millones, pero bien pudo hacerlo el número 1.974.850, marca para la historia.