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Gritos e indignación del centenar de personas que esperó a los dos detenidos a las puertas del juzgado. FOTOS: JOSÉ SIMAL

«Era cuestión de tiempo que Brayan acabase liando alguna muy gorda»

El agresor de Villaviciosa acuchilló al joven porque se interpuso en una pelea con su padre

OLAYA SUÁREZ

VILLAVICIOSA.

Martes, 28 de noviembre 2017, 00:59

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«Era cuestión de tiempo que Brayan acabase liando alguna muy gorda». La del joven de 20 años que ayer ingresó en prisión era una historia anunciada. Por lo menos para sus vecinos de Villaviciosa, que lo describen como una persona «muy conflictiva y peligrosa». La jueza le imputa un delito de homicidio, el de Adrián Gancedo, el hombre de 32 años al que supuestamente apuñaló hasta la muerte cuando trató de mediar en una disputa entre el detenido y el padre de este último.

En la mañana de ayer Brayan Tuero, de 20 años, se negó a declarar ante la jueza que le tomó declaración en relación al violento episodio que ha dejado a la localidad sumida en la consternación y el dolor. Sí contestó a las preguntas de la magistrada la otra arrestada en relación a los mismos hechos, Magali P. G., de 22 años y de origen paraguayo. También ella era conocida en Villaviciosa por haber protagonizado numerosos altercados y desórdenes públicos. Con tan solo 13 años se fugó de casa y desde entonces se convirtió en asidua al cuartel de la Guardia Civil. La jueza la dejó ayer en libertad con cargos por un delito de lesiones, con la obligación de comparecer en el juzgado una vez a la semana.

Para garantizar el orden, la Guardia Civil optó por que saliese de los juzgados en un vehículo de la Benemérita -Brayan también lo hizo con destino a la cárcel de Villabona-. Fuera les esperaba un centenar de amigos de la víctima y vecinos de la localidad, quienes clamaban «justicia». Se vivieron momentos de máxima tensión cuando los dos coches de la Guardia Civil abandonaron las dependencias judiciales pasadas las 3 de la tarde. Al grito de «asesinos» y «escoria», llegaron a golpear los vehículos oficiales, e incluso a pedir «pena de muerte» para ambos acusados. Con los nervios crispados, insultaron y se encararon con la hermana de Magali P. G., que llegó a grabar con un teléfono móvil a los concentrados y les devolvió los insultos.

«Esto es el pan nuestro de cada día, son gentuza que lleva provocando altercados muchos años, todos los conocen y mucha gente cruza de acera cuando se los encuentra», comentaban ayer los vecinos que esperaron durante horas a que saliesen del juzgado para «hacerse oír». Todos ellos coincidían en definir al fallecido, Adrián Gancedo, «como un excelente chaval que no tenía enemigos, su único problema fue encontrarse por la noche con ellos». Recibió una cuchillada en la espalda y al menos otra en el abdomen. Los testigos que los socorrieron tras el ataque lamentaban que «la ambulancia tardó en llegar bastante y los médicos del centro de salud, a pesar de estar muy cerca, dijeron que no podían salir si no era en ambulancia, pasó mucho tiempo hasta que lo atendieron y ya no se podía hacer nada», consideraron los acompañantes del joven asesinado, padre de una niña de 9 años y que vivía con su abuela en Rozaes, donde trabajaba en las labores del campo. Ayer sus familiares y amigos velaron sus restos mortales en el tanatorio de Valdediós. Su funeral se celebrará hoy a las 16.30 horas en la iglesia de Villaviciosa, donde se concentrarán centenares de personas.

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