La alta vacunación reduce la tasa de letalidad en la ola con más contagios de la pandemia

Si hay un indicador en el que Asturias ha salido permanentemente peor parada durante la toda la pandemia es la tasa de letalidad. Esta es la que pone en relación el número de fallecidos respecto a los contagios notificados. El dato global de la pandemia es del 1,4%, solo superada por Castilla-La Mancha donde es del 1,6%. La media española es del 1%. Los porcentajes han ido a la baja en las últimas semanas. Esta larga sexta ola llegó a tener picos del 2,90%.

Los porcentajes han ido bajando conforme avanza la administración de la dosis de refuerzo. Se empezó a administrar a finales de septiembre en los geriátricos y actualmente ya la tienen el 81,15% de los asturianos mayores de 30 años. Con dos dosis ya está en el 90% y con al menos una al 95%. En lo específico de la pediátrica, de 5 a 11 años, ya ha llegado a la mitad de pinchazos.

¿Cómo se ponen en relación estas dos cifras? Por un lado, se ha tenido que seguir lamentando fallecimientos a causa de la covid. Muchos. La pasada semana, el 25 de enero, se llegó a uno de los picos de los últimos meses: 16 muertos en un solo día. Por otro lado, los contagios han dejado de contabilizarse por decenas o centenas, a hacerse por miles en esta sexta ola. Ese mismo día hubo 2.259 contagios, pero es que en esta ola se llegaron a rozar los 4.000 positivos en solo veinticuatro horas. Mientras la primera ola, que duró cerca de 4 meses, solo afectó a 2.485 personas, en la actual, cada día del mes de enero de 2022 se han reportado casi los mismos casos que en aquella ola.

Se puede echar un ojo y poner en relación esos dos indicadores, pero también se puede ver cómo la presión asistencial, aunque en aumento y llegando a niveles de alerta altos, se mantuvo lejos de cualquier preocupación de verse saturados. Esto también se ve muy bien en la tasa de positividad (que relaciona los casos detectados respecto a las pruebas realizadas). Nunca había estado tan alta. Si los expertos consideran que una pandemia está controlada cuando se mueve en torno al 5%, en Asturias supera el 30%. No solo eso, sino que en 22 meses jamás había estado por encima del 25%. Hasta ahora. También es cierto que ahora se están haciendo más PCR que nunca. Hubo días en diciembre con más de 9.000. El máximo en la región estuvo en la segunda ola, antes de la vacunación, cuando se rondaban las 7.000 diarias.

Los meses en los que casi todo era nuevo, en abril de 2020, la tasa de letalidad superaba día sí y día también, el 13%. En mayo llegó a estar por encima del 14%. Aunque la segunda ola pulverizó todos los indicadores, y se convirtió en la más mortífera de toda la pandemia -triplicando el número de muertos de la primera ola-, la tasa de letalidad fue la mitad. Hace dos años, la probabilidad de morir si uno se contagiaba era mucho más alta.

Lo que también muestran todos estas cifras, cuando se ponen sobre la ya larga línea temporal, es que conforme se empezó a vacunar, y se han administrado segundas y terceras dosis, la letalidad de la covid ha ido disminuyendo. Solo en residencias geriátricas, la Consejería de Salud llegó a hablar de un 75% de muertes evitadas gracias a la vacuna contra el coronavirus.

La letalidad es similar en ambos sexos aunque el hecho de que Asturias tenga la segunda peor cifra del país se debe, principalmente, a que estos porcentajes son muy elevados en edades altas. Esto se ve especialmente en hombres, que sube a un 43% en los mayores de 85 años. La edad promedio de fallecimiento a causa de la covid está en 83,03 años.

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