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Los árboles de kiwi de la plantación de La Rodriga soportaron este jueves hasta 24 grados. R. Olivo Cimas
¿Por qué amenaza al kiwi un febrero primaveral?

¿Por qué amenaza al kiwi un febrero primaveral?

La región experimenta un segundo mes del año con temperaturas hasta cinco grados por encima de la media, mientras los vientos del sur llevan el viernes la alerta amarilla a toda la cordillera y a la mar por fuerte oleaje

Octavio Villa

Gijón

Jueves, 20 de febrero 2025, 22:51

En las ciudades asturianas, las personas con tiempo libre están disfrutando este febrero de un agradable avance de la primavera. Desde el pasado día 9, según constata el delegado de la Agencia Estatal de Meteorología, Ángel J. Gómez, la temperatura media está siendo «bastante más alta de lo normal, con días entre tres y cinco grados por encima de lo normal, es decir, respecto al periodo de referencia, que son los 30 años entre 1991 y 2020».

No es que febrero empezase frío, pues sólo dos días, el 7 y el 8, marcaron cifras por debajo de lo normal, mientras que el inicio del mes se mantuvo en cifras próximas a la normalidad. No es que sean precisamente frías, pues, de hecho, Gómez indica que de lo que va de mes de febrero «solamente el día 8 fue frío». En cuanto a la lluvia, se da la circunstancia de que hasta el 13 de febrero había sido algo mayor que lo habitual, en el acumulado del mes, pero el buen tiempo de los últimos días ha dejado un déficit acumulado, a 19 de febrero, del 25% sobre la lluvia que habitualmente cae en este mes.

Avilés

Las terrazas avilesinas se llenaron durante la jornada de hoy. Pablo Nosti

Gijón

Los gijoneses se lanzan a la calle con el buen tiempo. Paloma Ucha

Oviedo

En Oviedo (Llamaquique), temperaturas primaverales. Mario Rojas

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Y ello se suma a que diciembre pasado fue cálido y seco, con una temperatura 0,7 grados superior a la media, y a que enero fue aún más cálido, con 1,7 grados por encima de lo habitual. Eso, en cuanto a temperatura media, pero se da también la cirscunstancia de que las temperaturas mínimas fueron elevadas. en diciembre, un grado sobre la media. En enero, un grado y medio.

Por cierto, la AEMET prevé que este fin de semana será desagradable. Para el viernes están activadas alertas amarillas por vientos del sur con rachas de 90 kilómetros por hora en toda la cordillera, entre las tres de la madrugada y las seis de la tarde. En la mar, por la tarde, se esperan oleajes de cierta intensidad, con olas de unos cuatro metros y vientos combinados del oeste o noroeste, sobre todo mar adentro, lo que complicará la navegación.

El sábado y el domingo, las temperaturas se moderarán hacia valores normales de febrero, pero en la tarde del domingo volverán a ascender, manteniéndose así hasta la madrugada del martes. El resto de la semana próxima se volverá a la media habitual, pero la primera mitad de marzo volverá a ser primaveral.

Eso sí, los días que sigan a noches despejadas, los fondos de los valles asturianos pueden tener temperaturas inferiores, a primeras horas de la mañana, a las de las cumbres. A modo de ejemplo, las temperaturas mínimas de hoy en las zonas de montaña han estado considerablemente por encima de lo normal. Así, el frío más intenso fue el del Puerto de Leitariegos, que a las siete y veinte de la mañana marcó 3,2 grados. Un 20 de febrero. En lo que solía ser una estación de esquí. Queda todo dicho.

Un problema para los cultivos

Desde la perspectiva del habitante de la ciudad, un invierno menos crudo en Asturias puede parecer una buena noticia. Y ciertamente no tener que abrigarse como en los helados años ochenta es cómodo, y poder pasear frente al mar. Pero hay sectores en los que el frío (y ya no sólo la lluvia) es muy necesario.

Anota el propietario de una de las mayores plantaciones de kiwi de Asturias, Rafael Olivo Cimas, cuya finca de La Rodriga abarca cerca de 15 hectáreas y que ha ayudado a muchos otros cultivadores a poner en marcha sus plantaciones, que ya el año pasado «la falta de 'horas frío' entre noviembre y febrero redujo la cosecha en cerca de un 30%. Y este año vamos por el mismo camino.»

¿Qué son las 'horas frío'?

En el caso del kiwi, se trata del tiempo que la planta pasa por debajo de los siete grados de temperatura a lo largo de los meses posteriores a la recolección y la poda anual. Para que la planta vuelva a activarse y sus brotes y floración sean normales, durante esos meses es necesario que al menos «entre 900 y 1.100 horas estén por debajo de los siete grados» y que no hiele en exceso. El problema es que en esos cuatro meses, en la anterior campaña apenas se alcanzaron las 700 'horas frío', y que «este año aún no hemos llegado a esas 700 horas, acabará febrero aproximadamente con la misma cuenta que el año pasado y la cosecha, previsiblemente, también sufrirá una reducción importante sobre lo que sería óptimo».

Lógicamente, con unos costes de producción aproximadamente iguales año tras año, una producción un 30% menor puede dejar fuera del mercado al kiwi asturiano, si bien se trata de una fruta con un mercado dotado de una cierta elasticidad, pues la demanda es muy superior a la producción nacional. El problema es que cada vez hay más competidores en el mercado internacional que tratan de introducir su producción en este mercado español.

Solución en Grecia y Portugal, solicitud en Asturias

¿Hay solución para un problema que parece amenazar a la que hoy por hoy es la plantación más profesionalizada y con mejores resultados del agro asturiano? Es más, para un problema que, por mor del cambio climático que estamos experimentando tiene visos de continuar los próximos años...

Desde la Asociación de Kiwicultores de Asturias se ha pedido al departamento de Sanidad Vegetal de la Consejería de Medio Rural que traslade al Ministerio de Agricultura la solicitud de una autorización especial de uso para un producto fitosanitario, la cianamida hidrogenada estabilizada, un estimulante vegetal, compensador de horas frío. Se trata de un antidormante que influye en la fase de la dormancia de cultivos caducifolios presentado en forma líquida. Aplicado sobre las ramas, adelanta la brotación floral y foliar y también, así, la fecha de la cosecha. Además, uniformiza la floración, aumenta el número de frutas, facilita y mejora la eficiencia de las labores de cultivo y los controles fitosanitarios, y produce una brotación completa de las yemas sobre la madera y ramas tratadas y aumenta los rendimientos.

Explica Cimas que se trata de un fitosanitario vetado por la Unión Europea, pero «con excepciones. Por ejemplo, los griegos llevan diez años con una autorización especial para usar este fitosanitario, con la curiosidad de que se trata de autorizaciones que hay que renovar cada año, y se la renuevan». Y, además, «esta misma semana se le ha concedido a los kiwicultores de Portugal una autorización especial». La misma que solicitan los asturianos, que, según expresa Cimas, «tenemos bien claro que se trata de un producto que hay que aplicar con medidas de protección y con tractores cabinados», pero también que «nosotros estamos tan preparados como el que más para hacer las cosas bien».

En todo caso, desde la Asociación de Kiwicultores de Asturias, el contacto que se ha llevado para este asunto con Medio Rural ha sido a través de la directora general de Ganadería y Sanidad Agraria, Rocío Huerta, de la que Rafael Olivo Cimas subraya que «ha estado muy receptiva a nuestros argumentos».

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