Una vecina pasa junto a las viviendas afectadas por el argayo, que siguen acordonadas. A. G.-O.

El argayo de Tazones obliga a levantar un muro para que los vecinos puedan volver a sus casas

Una ingeniería especializada en este tipo de actuaciones se hará cargo de las obras, que empezarán en cuanto remita el mal tiempo

ALICIA G. OVIES

VILLAVICIOSA.

Martes, 12 de noviembre 2019, 03:24

Han pasado cinco días desde que un gran argayo pusiese en vilo a los vecinos de Tazones. El desprendimiento, causado por las intensas lluvias y, posiblemente, por una saca de madera realizada en 2018, ha mantenido desde entonces fuera de sus casas a cuatro familias y ha obligado a cerrar dos establecimientos hosteleros. Es una situación que, de momento, parece va a alargarse en el tiempo. El Ayuntamiento recibió ayer el informe elaborado por una ingeniería especializada en el que se plantea la instalación de una pantalla de sujeción en la zona, que proteja las edificaciones. El objetivo es poder empezar a trabajar en la limpieza del terreno y en la retirada del barro antes de llevar a cabo una actuación más profunda, aunque desde el equipo de gobierno no se marcan plazos para el regreso de los vecinos desalojados.

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El Ayuntamiento ya actuó de urgencia en la zona el pasado viernes. Los trabajos consistieron en crear una canalización en la parte superior de la finca para desviar el agua y disminuir el vertido hacia los inmuebles que amenazaba con causar nuevos desprendimientos. La solución, planteada por el arquitecto municipal, sirvió para frenar el avance del desprendimiento hasta el inicio de los nuevos trabajos que serán dirigidos por la ingeniería encargada de elaborar el proyecto. Los técnicos de la empresa estuvieron hace unos días visitando la zona para analizar la situación y decidir las mejores actuaciones.

Su propuesta pasa por construir una pantalla protectora en la zona para asegurar que los inmuebles no sufran más daños. Además, se llevará a cabo la limpieza y saneo del talud y se valora la instalación de malla bulonada para mayor seguridad frente a desprendimientos. La ingeniería también elaborará un informe sobre las causas del argayo y planteará medidas para evitar en lo posible un nuevo suceso de estas características.

Los vecinos, «más tranquilos»

El ingeniero municipal y el concejal de obras, Marcos Ortiz, visitaron ayer de nuevo la zona para organizar los trabajos y hablar con los vecinos desalojados. «Están mucho más tranquilos porque la obra de canalización parece estar funcionando. Desde el viernes casi no cae barro», explicó el delegado territorial, Luis Batalla. Aún así, todo ellos están deseando regresar a sus hogares lo antes posible. «Es su mayor preocupación, saber cuándo van a poder volver», añadió Batalla.

Por el momento todos ellos han tenido que buscarse una residencia provisional. Pilar Fernández, una de las más afectadas al quedarse sin poder entrar ni en casa ni en su establecimiento, se ha trasladado junto a su familia a una vivienda vacía en el centro del pueblo que le ha cedido un vecino. «Otra familia ha vuelto a Colunga, donde residían anteriormente, y hay una pareja joven que está en casa de su madre. Ellos tienen además el problema de que tiene una niña pequeña y todo lo que necesitan lo tienen en su casa», explicó Batalla.

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El Ayuntamiento asumirá los trabajos como obra de emergencia al afectar a la seguridad de personas y bienes, sin perjuicio de que posteriormente se afronte el coste de los mismos a través de las reclamaciones correspondientes.

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