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Un jabalí, en pleno parque fluvial de Gijón, mientras varias personas lo observan. DAMIÁN ARIENZA
Jabalíes : Asturias debería abatir al año 27.500 jabalíes para contener su expansión
Jabalíes

Asturias debería abatir al año 27.500 jabalíes para contener su expansión

El irrefrenable avance de los suidos satura ya las reservas regionales de caza, aunque cada año se matan en la comunidad unos 10.000 ejemplares

ÁNGELA RODRÍGUEZ

LUARCA.

Domingo, 10 de julio 2022, 01:10

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Los ganaderos y agricultores del campo asturiano conviven hace milenios con los jabalíes. La mayor especie cinegética de Europa, y la principal de caza mayor en España, según número de ejemplares abatidos. Una especie con relevantes repercusiones sociales y económicas, cuya destacable expansión sobre el territorio asturiano durante las últimas décadas revela una amplia problemática, desgranable en extensos estudios científicos y técnicos.

Entre las últimas investigaciones, el informe del Instituto de Recursos Naturales y Ordenación del Territorio de la Universidad de Oviedo (Indurot), -solicitado por la Dirección General de Medio Natural y Planificación Rural-, estima una población de más de 48.000 jabalíes en Asturias. Una cifra de 2020 que, sin duda, habrá aumentado en varios millares hasta hoy, dada la tendencia exponencial de crecimiento de la población de jabalíes en los diferentes terrenos cinegéticos de la región.

Con una presencia más antigua en zonas montañosas como las reservas regionales -que en 2020 ocupaban una superficie de 2.068 kilómetros cuadrados, es decir, aproximadamente el 22% de la superficie de Asturias-, la población de jabalíes en esas reservas podría haber alcanzado ya «su tamaño máximo con los actuales recursos» alimenticios para la especie en el territorio, según los expertos de Indurot.

Por otra parte, en las zonas de menor altitud -donde están los cotos regionales, los refugios y las zonas de seguridad, que suman el 78% del territorio de Asturias-, la densidad de los suidos en 2020 se situaba en torno al 64% del máximo teórico. Una cifra que según los datos crecerá aún durante las próximas dos décadas. Y es que, mientras continúen las condiciones actuales, la población de jabalí todavía aumentará en unos 23.000 individuos más, lo que representa, según el estudio del Indurot, «un crecimiento de más del 50%».

Ante esta situación, desoladora para muchos agricultores y ganaderos y desafiante para las administraciones, la contención de los jabalíes se busca forzosamente en la caza. Y es que los expertos aseguran que cazar dos tercios de la población, es decir, unos 27.500 jabalíes al año, podría contener el crecimento exarcerbado de estos mamíferos. No obstante, la realidad es que Asturias está lejos de aproximarse a esa cifra. En la pasada temporada cinegética se cazaron 10.276 ejemplares. Son muchos, pero quedan muy lejos del objetivo. Poco más de la tercera parte de lo preciso para contener la población de jabalíes.

Según datos de la Universidad de Oviedo, Villaviciosa se sitúa a la cabeza de los municipios con mayor número de capturas durante la pasada temporada 2018-2019. En concreto, con 547 ejemplares abatidos. El segundo es, precisamente, el segundo concejo más extenso de la región: Tineo, con 503 capturas. También Cangas del Narcea y Valdés, con 446 ejemplares abatidos y Grado, con 409, se sitúan en los primeros puestos de la lista.

Según los registros, en la temporada 1986-1987 se reportó la caza de 95 jabalíes en 21 concejos asturianos. Mientras que en la de 1990-1991 se abatieron unos 266 en 31 municipios. Si bien es cierto que la cifra aumenta, -ya que en la temporada 2018-2019 se llegó a los 6.878 jabalíes cazados-, la población de suidos también se ha ido extendiendo cada vez más por la región.

Es por algo. Si a mediados del siglo XIX los jabalíes estaban presentes en menos del 39% de los municipios asturianos, en 1950 lo estaban ya en el 63%, tras dispersarse desde la cordillera hacia la costa a través de las zonas montañosas de las alas. En torno a 1991, la expansión de los jabalíes situó la cifra de dominio en un 92%, para terminar a principios de este siglo presentes en prácticamente todo el territorio asturiano, incluyendo ya muchas de las zonas bajas. A excepción de los principales núcleos urbanos como Oviedo, Gijón y Avilés, y los terrenos situados al norte de la autopista A-8, en la 'Y'. A causa de esta barrera artificial, los suidos no llegaron a gran parte de Carreño y Gozón hasta mucho tiempo después.

Con un crecimiento anual estimado del 5,7% desde 1990 hasta hoy, no es de extrañar que en 2017, los expertos afirmaran que los jabalíes estaban ya presentes, de manera estable, en todos los concejos asturianos. Un incremento de tal magnitud que apunta, inevitablemente, a la despoblación del campo, el envejecimiento de la población rural o el abandono del uso de los recursos forestales como principales causas interrelacionadas. También, los cambios en la superficie forestal y de matorral y la paulatina disminución de la crudeza invernal han facilitado, en líneas generales, un aumento del alimento y el refugio y, por lo tanto, dicha expansión.

Con una «reducción notable de las zonas de seguridad en el entorno de Avilés y Oviedo», los expertos destacan que es, precisamente, en esos cotos que rodean las zonas de los núcleos urbanos -Gijón, Oviedo, Siero y Avilés-Castrillón-, donde se concentra la mayor densidad actual de jabalíes. Con los particulares problemas de gestión que ello conlleva. Cierto es que los cupos de caza han variado en los últimos tiempos, llegando a la ausencia de límite en los cotos desde 2018. Y sin embargo, el pasado año solo se realizaron el 78% de las cacerías programadas. Una cuestión, como tantas otras, que discutir mientras los jabalíes avanzan.

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