Asturias se acerca a la inmunidad colectiva con concejos que ya superan el 73% de vacunados

Asturias se acerca a la inmunidad de rebaño, como se conoce también a la inmunidad colectiva o comunitaria, a mayor velocidad que el resto de España. En siete meses, el Servicio de Salud del Principado (Sespa) ha administrado la pauta completa de la vacuna contra la covid-19 a 679.401 personas, como parte de un proceso bioestadístico cuyo objetivo es interrumpir la cadena de transmisión del virus y así evitar que se produzcan nuevas olas epidémicas. Ese objetivo podría alcanzarse a finales del verano.

Desde que se inició el proceso de vacunación, en diciembre de 2020, el Sespa ha administrado más de 1,4 millones de dosis. Gijón ya tiene inmunizados a un 65,1% de sus vecinos; Oviedo, al 64,9%; y Avilés, al 65,3%. Los tres municipios más poblados de Asturias marcan la tendencia de la comunidad autónoma, cuya protección colectiva ya supera el 66%. Pero hay concejos que están mucho más cerca de la inmunidad «de rebaño», incluso la rozan. De hecho, Cangas del Narcea tiene al 73% de su población vacunada; Castropol al 71%; Colunga al 70%; Mieres, al 69,8%; y Valdés, al 69,3%.

Los números dan una idea del largo camino ya recorrido. Pero lo cierto es que la pandemia ha dado un giro este verano y eso repercute directamente en los parámetros previstos inicialmente para considerar que se ha alcanzado la inmunidad de rebaño. Si hace un par de meses bastaba con vacunar al 70% de la población, ahora ya no es suficiente, debido a la mutación que ha experimentado el virus en esta quinta ola epidémica, que ha atacado muy especialmente a los menores de 30 años.

En Asturias, ya es predominante la variante Delta, popularmente conocida como 'variante india', cuya capacidad de transmisión es mucho mayor, de ahí el explosivo repunte de casos de las últimas semanas. No por su virulencia, pero sí por la rapidez con la que circula esta nueva cepa del virus, ahora el umbral de la inmunidad colectiva ya se sitúa en torno al 85%.

En la situación epidemiológica de hace mes y medio, Asturias prácticamente ya sería inmune a la covid-19. Pero las circunstancias actuales obligan a la Administración autonómica a hacer un mayor esfuerzo para vacunar a más asturianos en el menor tiempo posible. «En Asturias no hay vacunas en la nevera», aseguran las autoridades sanitarias. O lo que es lo mismo: aquí se inoculan todas y cada una de las dosis que llegan.

La última remesa estaba formada por más de 50.000 vacunas. Pero la Consejería de Salud aspira a una redistribución de las dosis que beneficie al Principado, donde crecen los casos en mayores de 65 años a un ritmo que las autoridades sanitarias consideran «preocupante». De ahí que tanto el presidente del Principado, Adrián Barbón, como el consejero de Salud, Pablo Fernández, hayan trasladado al Gobierno central y al Ministerio de Sanidad la necesidad que hay de vacunas en Asturias.

Se ha planteado incluso la posibilidad de que se envíen a Asturias las dosis excedentes de otras comunidades autónomas. «No es que aquí vacunemos mejor, es que lo necesitamos más», insisten los responsables de Salud, en alusión a la envejecida demografía asturiana. A más edad, mayor es la vulnerabilidad frente al coronavirus. El grupo etario de 70 a 79 años ya está inmunizado al completo; los mayores de 80 años rozan el 100%; y, en la franja de 60 a 69 años, ya hay un 93% de asturianos vacunados.

En cualquier caso, a la espera de llegar a la inmunidad comunitaria, la 'variante india' infecta incluso a quienes supuestamente ya están protegidos. De ahí que «no haya que bajar la guardia», insiste Salud.

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