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La Residencia Mixta de Pumarín, en Gijón, de titularidad pública, es el mayor geriátrico de la región. DAMIÁN ARIENZA
Asturias bloquea 400 plazas geriátricas públicas para aislar a enfermos de covid

Asturias bloquea 400 plazas geriátricas públicas para aislar a enfermos de covid

El Principado reserva el 8% de su disponibilidad para casos de contagio y obliga a los geriátricos privados a tener libre el 5% de su capacidad

CHELO TUYA

GIJÓN.

Lunes, 9 de noviembre 2020, 01:33

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Cifras récord de fallecidos por coronavirus en la región. Tasa de incidencia de casos por encima de la media nacional. Los asturianos con más de 65 años, llamados oficialmente a «una especial protección», ya que la covid tiene a esa franja de edad como población diana. Sobre todo, a los que viven en Gijón, el municipio más castigado en esta segunda ola de la pandemia que ha desbordado las previsiones de los expertos y tiene al borde de la saturación al sistema de salud del Principado.

En esta situación, los ojos se vuelven, de nuevo, a la oferta geriátrica asturiana, la que suma más de 15.000 plazas y en la que han fallecido seis de cada diez víctimas de covid en la región. La crisis sanitaria de marzo hizo que la Consejería de Salud se haya hecho con el mando en esa red de plazas que, orgánicamente, depende de la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar.

Y es Salud la que ha diseñado un plan de contingencia que deben cumplir los centros residenciales de mayores a los que obliga a zonificar las instalaciones con la creación de una zona roja. Tal y como adelantó EL COMERCIO, esa zona está dedicada al aislamiento de posibles casos de covid entre los residentes y debe llegar al 5% de la capacitad total de cada centro. En cifras globales, se calcula que unas 600 plazas están ahora libres en los geriátricos privados.

Sin embargo, Establecimientos Residenciales para Ancianos (ERA), el organismo autónomo que depende de la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar y gestiona la red geriátrica pública, ha elevado su nivel de bloqueo. Ante la situación de esta segunda ola, el ERA, que tiene en propiedad 3.092 plazas, mantiene vacías 400 para aislar los casos de contagio.

El Sespa decide

Así lo aseguró la gerente del ERA, Ana Suárez, quien explicó que «el plan de contingencia nos obliga a tener bloqueadas un 5% de plazas para urgencias, pero nosotros lo hemos ampliado al 8%». Según señaló, «no es cuestión numérica, sino de estructura», ya que algunos edificios no permiten una sectorización segura. «Así que hicimos una media del 8% de plazas libres que nos servirán si necesitamos cuidar a personas que necesiten aislarse, antes del traslado».

Porque, recuerda, la Consejería de Salud también marca qué deben hacer los geriátricos en caso de contagio de covid. «Si se trata de un profesional, se confina en casa, se hace un mapa de contactos y, si los hay estrechos, se les envía también a casa, a la espera de la PCR: como tenemos las residencias sectorizadas, donde esa persona haya trabajado se hace cribado tanto a profesionales como a residentes. Y actuamos según los resultados. Siempre nos dejamos guiar por Salud, en cuanto a los PCR. Nos dicen ellos qué hay que hacer».

En caso de que el contagiado sea un residente, «también el Sespa decide qué hacer con él». Los pasos dados hasta el momento, confirma la gerente del ERA, es «derivarlos. Si se trata de una persona que necesite cuidados especiales por su falta de autonomía, va al Credine (Langreo). Si no tiene dependencia, a la residencia Menéndez Pidal».

En el aprovechamiento de espacios, el ERA ha decidido ocupar los centros de día que ahora tiene cerrados. Se trata de los dispositivos ubicados en el interior de algunas residencias, como la gijonesa Mixta de Pumarín, dedicados a la asistencia diurna que fueron clausurados durante el confinamiento.

Por seguridad, y mientras dure la pandemia. esos centros no volverán a abrir para el uso temporal, pero sus instalaciones sí están siendo utilizadas por las residencias que los alojan.

«Hemos utilizado esos espacios como comedor de la propia residencia. Hay que tener en cuenta de que ahora tenemos que ampliar las distancias entre comensales, así que esos centros de día son comedores alternativos», precisó Suárez Guerra.

Anunció ella, también, que los espacios también están siendo utilizados «para encuentros con la terapeuta ocupacional». Insiste la gerente del ERA en que para evitar «que el impacto de un contagio llegue a toda la residencia», es «la sectorización. La experiencia nos ha enseñado que es la única fórmula».

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