Urgente Sánchez destituye al número dos de Salazar en Moncloa, señalado por encubrir el acoso sexual
Damián ARienza

Asturias captó población del resto del país en 2020 por primera vez en diez años

El atractivo de la región en el primer año de la pandemia conllevó un saldo migratorio interior positivo de 1.325 personas

OCTAVIO VILLA

GIJÓN.

Jueves, 24 de junio 2021, 02:11

Asturias perdió población durante 2020, el primer año de la pandemia, pero menos de lo que cabía esperar por los malos datos de crecimiento vegetativo, año a año cada vez más negativo desde mediados de la década de los ochenta del pasado siglo. Y es que la pandemia ha tenido un doble efecto, negativo y positivo. En lo negativo, redujo aún más de lo esperado la cifra de nacimientos en Asturias durante 2020, hasta los 4.771 (primera vez de toda la serie histórica en que en un año nacen menos de 5.000 bebés en Asturias), y los decesos, que en una evolución normal -esto es, sin pandemia- deberían haber sido algo menos de 12.500, superaron los 14.500. El resultado es que el crecimiento vegetativo de Asturias fue en 2020 el más negativo de toda la serie histórica, rozando una pérdida de 10.000 habitantes por esta vía (9.777, concretamente)

Publicidad

En lo positivo, la pandemia ayudó a Asturias a romper una mala tendencia que iba a cumplir una década, ya que Asturias ganó población tanto por la vía de los inmigrantes (2.605 personas más vinieron a Asturias del extranjero que los asturianos que se fueron del país) y, llamativamente, Asturias fue capaz de atraer a 1.325 personas más del resto de comunidades que los habitantes de esta región que se fueron de ella en 2020.

Se confirma así lo que aparecía como tendencia durante todo el año 2020. El confinamiento hizo cada vez más atractiva la idea de irse a vivir a los entornos rurales, y entre las zonas naturales de España el campo asturiano se perfila como uno de los más atractivos del país.

Numerosos concejos rurales han percibido esta realidad y ya el año pasado comenzaron a tratar de hacer de esta dinámica algo más que una moda, conscientes de que si no se retiene a esa población ganada durante la pandemia con buenas condiciones de habitabilidad y socioeconómicas el efecto puede ser muy negativo a largo plazo.

Una España envejecida

Si el envejecimiento de la población en Asturias se percibe claramente en la caída de la natalidad y el incremento de las tasas de mortalidad, la dinámica es también intensa en ese sentido en casi todo el país. Durante 2020, España creció ligeramente en población (ganó 61.609 habitantes para llegar a los 47.394.223 a 1 de enero pasado. Pero sin el aporte de la inmigración (llegaron 465.721 personas del extranjero, mientras que solo 249.477 españoles o residentes en España se marcharon del país). Esto es, el saldo migratorio fue positivo por 216.244, mientras que el vegetativo fue claramente negativo, pues si en todo el país nacieron 338.435 bebés, fallecieron 491.602 personas, con un balance vegetativo negativo de 153.167 personas.

Publicidad

La dinámica es peligrosa para el país y para la región. Los nacionales son cada vez más viejos y con una pirámide de población invertida, muy adelgazada por la base y sin posibilidad real de cumplir con la tasa de reposición. Ello supone que incluso una elevación de la natalidad entre los nacionales será insuficiente, incluso a largo plazo, para frenar la sangría demográfica, que hoy por hoy solo tiene visos de compensarse por la vía de la inmigración.

Con todo, si bien es cierto que buena parte de los inmigrantes son personas en edad de trabajar y de formar un proyecto de vida y de familia en España, también lo es que en algunas regiones buena parte de esos inmigrantes son personas que acuden a España a disfrutar de sus jubilaciones europeas, principalmente ingleses y alemanes.

Publicidad

En el caso de Asturias, el envejecimiento es tan intenso que la tasa de mortalidad triplica actualmente la de natalidad (sin el efecto pandemia, el factor de multiplicación rondaría el 2,5), y solo un incremento sustancial de la recepción de profesionales extranjeros en edad de trabajar y con proyecto vital en la región permitiría evitar que Asturias caiga por debajo del millón de habitantes antes de 2024 o 2025, si la evolución actual de las cifras se mantiene, ya que pese al incremento de inmigrantes internos y extranjeros, Asturias perdió en 2020 casi 6.000 habitantes (5.847), siendo, empatada con Castilla y León, la región que porcentualmente más población perdió (el 0,58%).

Este contenido es exclusivo para suscriptores

1 año por solo 16€

Publicidad