Las consultas de salud mental en Asturias se disparan un 30% por «trastornos adaptativos»
Julio Bobes advierte de duelos no superados aún desde los primeros meses de pandemia y de la «fatiga generalizada» en la población
«Estamos todos muy cansados, pero esta es la realidad». El consejero de Salud, Pablo Fernández, pedía el martes «responsabilidad individual» a los asturianos ante ... el notable incremento de contagios que, si bien son menos graves que en otros momentos de la pandemia, pueden provocar una importante presión asistencial. Se vuelve a insistir en el uso de las mascarillas, la distancia y las reuniones en exterior. Y todo, cuando llevamos ya meses con una «fatiga generalizada». Lo constata Julio Bobes, catedrático y jefe del servicio de Psiquiatría del Área Sanitaria IV, Julio Bobes, quien asegura que desde el inicio de la pandemia han aumentado un 30% las consultas por salud mental, aunque «no por enfermedades graves, sino por trastornos adaptativos». Adaptarse a las nuevas circunstancias, la muerte, la enfermedad, las restricciones sociales, los problemas económicos... ha sido complicado. Lo ha sido, explica Bobes, para los muchos que no han superado los duelos de aquellos primeros meses, cuando ni siquiera pudieron despedirse de sus familiares fallecidos. Lo está siendo para quienes sufren una fatiga física, no recuperados aún de los síntomas de la covid. Todos aquellos que «no han vuelto a ser ellos mismos, que no se han recuperado al 100%.
Hay, admite Bobes, una «saturación» ante las malas noticias, no solo las relacionadas con la pandemia, sino también con la crisis económica. Saturación ante la incertidumbre, porque «esto no es como la gripe, que seis meses antes llega a Australia y podemos saber qué cepa viene. Con la covid hablamos en vacío». Temor, por tanto, saturación e incertidumbre.
Pero, por otro lado, muchas ganas (e incluso necesidad) de volver a la vida tal y como se conocía, especialmente los más jóvenes. La psicóloga Sandra González advierte: «¿Cómo les decimos a ellos que se frenen? Precisamente hemos hablado de los problemas de salud mental que ellos estaban teniendo y parte de la solución es que volvieran a socializar, a abrazarse, a hablar con los amigos...» Así que todo hace indicar que «los jóvenes afrontarán la situación con el mecanismo de negación», mientras que «en los mayores se vuelve a ver miedo y temor». Y los adultos... «pues dependerá de la experencia que cada uno haya tenido con la enfermedad». Lo que es evidente es que «estamos todos hartos» y que con ese hartazgo afrontamos el tercer verano de pandemia.
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