En Casa Arturo, un vigilante contratado por el empresario controla el cumplimiento de las normas de seguridad contra la covid, así como los accesos al local y su merendero. DAMIÁN ARIENZA
Coronavirus en Asturias

Los hosteleros refuerzan sus medidas de control del cumplimiento de las normas covid

La patronal Otea señala que muchos locales están recuperando personal de seguridad que en los últimos meses ha estado en ERTE

YAGO GONZÁLEZ

OVIEDO.

Sábado, 1 de mayo 2021, 01:30

Asturias baja del nivel alto al medio en la escala de riesgo epidemiológico. El director de Salud Pública dice que la región está «en el mejor escenario posible». La cuarta ola no está golpeando con la agresividad de las anteriores. El Principado confía en ir rebajando poco a poco las restricciones. Quedan nueve días para que se acabe el estado de alarma en toda España. Pero en la hostelería todavía no bajan la guardia y están reforzando los controles para que no haya incumplimientos de las normas contra la covid, sobre todo en lo que se refiere a las aglomeraciones y el uso de la mascarilla y otras normas de seguridad frente a la covid.

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«Muchos locales están recuperando a personal de seguridad que en estos meses estaban en ERTE. No se trata de un refuerzo explícito por el hecho de que haya más infracciones últimamente, sino que ahora cuentan con personal que antes estaba sin trabajar», explica el presidente de la patronal Otea, José Luis Álvarez Almeida.

El alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli (PP) puso anteayer en la diana comportamientos imprudentes de algunos chicos que esta primavera salen más a la calle y se reúnen en las terrazas. «La mayor parte de la gente se porta maravillosamente bien, pero las cosas raras se ven donde hay jóvenes», advirtió Canteli, que atribuyó parte de la responsabilidad a los hosteleros y les animó a «no servir» a quienes inclumplan las normas sanitarias.

«Hay que recordar que los jóvenes son los que menos han socializado todos estos meses», indica Álvarez Almeida

«El alcalde de Oviedo tiene razón en señalar los comportamientos incorrectos por parte de algunos jóvenes, pero tenemos que tener en cuenta que este grupo de población es el que menos ha socializado durante toda esta pandemia», asegura Álvarez Almeida. «La mayor parte de los chicos han estado varios meses en casa, siguiendo las clases por vía telemática, y ahora que ha llegado un poco la primavera y el buen tiempo se toman un par de cervezas por la tarde o por la noche. Pero la inmensa mayoría cumple con las medidas de prevención sanitaria», indica el presidente de Otea.

Barbón avisa a los jóvenes

El presidente del Principado, Adrián Barbón, se pronunció ayer al respecto: «Hay que lanzar un mensaje a los más jóvenes, que ahora se han convertido en los más frágiles ante el virus. Somos conscientes de vuestro esfuerzo en este año, las dificultades de la semipresencialidad en el instituto... Para que podamos pasar página cuanto antes, debemos tener que seguir siendo rigurosos con las medidas».

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En estas circunstancias, los hosteleros piden «comprensión» con los jóvenes y remarcan que las actitudes inapropiadas con las medidas de prevención son «casos puntuales».

«Puede que en momentos concretos, en las horas con más afluencia, haya un poco más de descontrol. Pero son eso, momentos muy puntuales», remarca Miguelo García, dueño del restaurante El Raitán, en la ovetense Plaza de Trascorrales, uno de los puntos de la ciudad más frecuentados por la juventud estos meses. García cree que «no se debe criminalizar al hostelero, él es el primero que no quiere que haya problemas y que se ve perjudicado si los clientes no cumplen las normas». «Además, cuando se les llama la atención por no guardar la distancia o por fumar, los chicos responden bien. Y hay que hacerse esta pregunta: ¿Quién no ha sido joven?», destaca García.

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Desde hace un mes, Lino Pérez regenta el Zion, que se ha convertido en uno de los locales de moda entre los jóvenes de Gijón. Afirma que él tampoco ha sido testigo de escenas fuera de tono. «Los jóvenes son los que ahora están menos protegidos, conforme se va vacunando a la gente más mayor», recuerda.

«Creo que no hay que señalar excesivamente a los jóvenes, porque las normas las puede incumplir también una persona de más edad», advierte. Lino asegura que «todo el mundo respeta los horarios y se marcha cuando se tiene que marchar». Otra cosa, indica, «es que a veces algunos continúen la juerga en casa».

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Desde el merendero La Fontaine, en Somió, otro de los puntos más frecuentados por la juventud, se muestran tajantes: «Nosotros no tenemos ningún problema con los jóvenes ni con nadie, ¿está claro?».

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