Asturias necesita 12.000 empleos más para asegurar el modelo de cuidados
Un informe encargado por el Principado alerta de las condiciones en el sector y de la necesidad de llegada de inmigrantes para ganar población
Se han barajado muchas cifras. En 2022, la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar cifró en 16.000 los profesionales a contratar en cinco ... años. Este año, con la previsión del Instituto Nacional de Estadística (INE) de una Asturias con mayoría de mayores de 65 años en 2039, se elevó 20.000 los empleos que creará el sector sociosanitario. Uno que necesita, ya hoy, 12.000 más.
Esa es la cifra necesaria «para el correcto desarrollo de la economía de los cuidados en Asturias». Además de multiplicar la plantilla que se dedica a los cuidados de larga duración, también urge población. «Cabe señalar que en el territorio del Área Sanitaria I (con el hospital de Jarrio como cabecera), es necesaria la inmigración para que las tasas de dependencia se mantengan o se reduzcan a unos niveles sostenibles».
Esas son dos de las principales conclusiones del estudio encargado por la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar. Dentro del proyecto Living Lab Economía Social, firmado en 2022, con una financiación de 500.000 euros y en vigor hasta diciembre de 2024, la Agrupación de Sociedades Asturianas de Trabajo Asociado y Economía Social (ASATA), ha realizado una radiografía total de la realidad del sector sociosanitario asturiano.
Ha diagnosticado las necesidades que plantea el sector sociosanitario en general y, en un análisis más detallado, la situación concreta del Área Sanitaria I, que abarca el noroccidente de la región, desde Valdés hasta Los Oscos y valle del Navia.
El estudio, realizado con datos de 2022, deja claro que el sector sociosanitario, el encargado del nuevo modelo de cuidados de larga duración, que incluye la atención a mayores, así como a la de personas de todas las edades con dependencia o con discapacidad, es el que más empleo ha generado en la región en la última década. «Hasta cuatro veces más que el total de la economía: un 40% más». De acuerdo a los datos que maneja ASATA, «se pasó de los 9.953 empleos en 2012 a los 13.896 en octubre de 2022 con un crecimiento anual cercano al 3,6%. Mientras el empleo en Asturias creció un 7.4%».
Unas cifras que demuestran que el sociosanitario «es un sector emergente, que tiene un potencial de crecimiento y de creación de empleo a corto y medio plazo». Su peso sobre la economía regional es del 3,7%, casi un punto más en diez años.
Sin equidad territorial
No obstante, aún hay capacidad de mejora, ya que el aumento del empleo y de la oferta ha ido, sino por barrios, sí por áreas sanitarias. El estudio de ASATA desvela que «el volumen total de empleados en el sector se concentra en dos áreas sanitarias: la IV (Oviedo), con el 59,1% del total, y la V (Gijón), con el 25,5%». Lo que significa que ambas absorben «el 84,6% del empleo del sector».
Y eso hace que, pese al incremento del empleo sociosanitario y el peso del sector en la economía asturiana, el conocido como Indicador de Desarrollo de la Oferta Profesional (IDOP) de para Asturias un valor de 82, lo que se traduce en «un infradesarrollo». Solo por encima de Comunidad Valenciana, Galicia y Baleares.
Un infradesarrollo que golpea directamente a las zonas rurales. «Se observa un importante desequilibrio territorial en el sector de los cuidados profesionales en el Principado, que se concreta en niveles de infradesarrollo severo del sector en cinco de las ocho área sanitarias: II (Cangas del Narcea); III (Avilés), VI (Oriente), VII (Caudal y VIII (Nalón). En la I hay «un subdesarrollo moderado». Por ello, ASATA plantea «la creación de servicios comunitarios», y lo pone en manos de la Economía Social: «Sin ella no habrá un modelo de cuidados comunitario».
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