Asturias deja a un lado el pasaporte covid: «Ya no es necesario»

La Consejería de Salud no prorrogará las medidas extraordinarias adoptadas el pasado 27 de diciembre para contener la escalada de contagios de coronavirus. A partir del viernes de la semana próxima, día 28 de enero, ya no será necesario el pasaporte covid y el ocio nocturno volverá a abrir sus puertas. Eso sí, con condiciones.

De momento, y hasta que se doblegue definitivamente la curva epidemiológica de la sexta ola, no se permitirá el consumo en barra en el interior de los locales de copas y discotecas, donde habrá que mantener una distancia de seguridad de 1,5 metros entre clientes de diferentes grupos de convivencia. La misma distancia que deberá separar las sillas de las diferentes mesas.

Salud, además, pone límites al aforo de los negocios, estableciendo un máximo de 10 personas por mesa o grupo de reunión. «Siempre respetando la distancia mínima interpersonal», subrayan desde la consejería, que toma la decisión de suprimir las restricciones que pesan sobre el ocio nocturno a falta una semana para que finalice el plazo de vigencia de dichas medidas.

«Seguimos monitorizando la situación epidemiológica de la pandemia en Asturias y hemos decidido que no es necesario en estos momentos prorrogar las medidas aprobadas el 24 de diciembre y que tienen vigencia hasta el 27 de enero», determinaban ayer los responsables de la dirección general de Salud Pública. Y anunciaron su decisión horas después de reunirse con representantes de la patronal de Hostelería y Turismo (Otea) y de la Federación Asturiana de Empresarios (Fade), a los que se trasladó la intención de la consejería de flexibilizar las medidas preventivas existentes ante lo que consideran «una estabilización» de la sexta ola.

Aparte de mantener una distancia interpersonal y limitar el número de personas por grupo, Salud establece la obligación permanente de mascarilla para poder utilizar la pista de baile. Y, en el caso de actuaciones musicales en directo, habrá que guardar una distancia de 4 metros entre los músicos y los espectadores, «siempre garantizando el uso de la mascarilla y la higiene de manos».

Ya no será obligatorio, además, presentar el certificado de vacunación para acceder a bares y restaurantes, complejos deportivos y residencias geriátricas. Exigencia que «no ha sido muy efectiva», según hicieron saber ayer los responsables de Otea y Fade a los técnicos de Salud Pública. Para poder mantener el pasaporte covid más allá del 27 de enero hubiese sido necesario solicitar permiso al Tribunal Superior de Justicia de Asturias, algo que la Consejería finalmente no hará, en la línea que están siguiendo otras comunidades.

El pasado viernes, hace justo una semana, el consejero de Salud aseguraba públicamente que «no estamos todavía para quitar ninguna de las medidas que tenemos en marcha», porque «la situación es grave». El miércoles Pablo Fernández declaraba, sin embargo, que «muy posiblemente nos encontremos ya en las cifras máximas de incidencia», dando por hecho que la sexta ola estaba dando sus últimos coletazos. Y ayer, su Consejería informaba de 3.414 nuevos positivos y 410 personas hospitalizadas. Es decir, 41 casos más que la jornada anterior y 12 pacientes menos.

Sí se mantendrá la obligación de disponer de medidores de CO2 en todos los negocios de hostelería y gimnasios, para garantizar una buena ventilación de los espacios interiores. Bares y restaurantes seguirán teniendo que cerrar como máximo a la 1 de la madrugada, aun en fin de semana. Y, por último, se permitirá nuevamente en horario nocturno vender bebidas alcohólicas en gasolineras y comercios minoristas, algo que ahora no se podía entre las diez de la noche y las seis de la madrugada. «La ciudadanía debe cumplir con rigor las medidas de protección», instan las autoridades sanitarias, independientemente de la decisión adoptada.

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