Asturias pone deberes al Gobierno: fecha para el AVE, rebaja del peaje del Huerna y fondos de la UE

Al igual que en Asturias, el inicio del curso político traerá consigo el arranque de las negociaciones presupuestarias.Y el Principado quiere que buena parte de las reclamaciones que plantea vengan reflejadas en las cuentas que el Ejecutivo central debe presentar a los grupos para tratar de obtener el respaldo.

En la lista de retos inmediatos las infraestructuras son las que ocupan el bloque más extenso de temas sobre los que el Principado quiere arrancar un compromiso del Gobierno central vía presupuestos.

El primero de ellos, como anunció el presidente del Principado, Adrián Barbón, en su reciente discurso con motivo del Día deAsturias es fijar un calendario para concluir los proyectos que ya están en marcha y los futuros. Así pues, el Ejecutivo regional quiere que se despeje de inmediato la incógnita sobre la duración de las pruebas de la variante de Pajares –el Ministeriode Transportes habla de 2022, sin poner fechas concretas– y que se fije una fecha para la entrada en funcionamiento de variante de Pajares y la llegada del AVE.

El Principado ha llegado a estimar en diciembre de 2022 el estreno de la variante de Pajares, 18 años después del inicio de las obras. Pero es solo una previsión.

Siguiente exigencia: peaje del Huerna. El Ejecutivo autonómico quiere que los Presupuestos Generales del Estado del próximo año incrementen la partida para rebajar esta tasa. Desde el Gobierno de Asturias ya se ha venido advirtiendo durante todo el verano que no aceptará una rebaja menor que la comprometida por el Ejecutivo central con la AP-9, la conocida como Autovía del Atlántico, que reservará en los próximos presupuestos 55 millones para la rebaja de sus peajes. En las cuentas de este año, se reservaron seis millones de euros para bonificaciones en el Huerna. Barbón ya le trasladó a Pedro Sánchez el pasado jueves que no acepta un trato diferente al que Moncloa hace con Galicia en este asunto. «Es inaceptable no tener la misma bonificación, es una reivindicación justa y del pueblo asturiano», recordó el presidente del Principado el pasado viernes en su visita a Tapia.

Como ya avanzó EL COMERCIO el 28 de agosto, el Ministerio de Transportes estudia aumentar un 25% la bonificación del peaje del Huerna. Es decir, pasar de los seis millones que se reservaron este año a los 7,5 millones, para aplicar tanto a vehículos pesados como a turismos.Para rebajar los peajes gallegos se han comprometido siete veces más, por lo que, a tenor de las declaraciones del presidente Barbón, este incremento que estaría estudiando Transportes es insuficiente.

En la lista de deberes inmediatos que Asturias pone al Gobierno de España están también el Plan de Cercanías. Desde el Gobierno autonómico se exige a Transportes el desarrollo del plan 2017-2025 para la puesta a punto de la red, dotado con 600 millones de euros y que establecía desembolsos crecientes. El pasado curso Adif lo dedicó sobre todo a preparar proyectos y atender urgencias. Fruto de ello, la inversión realmente ejecutada se quedó en los 11,1 millones, un 41% menos que el ejercicio previo. Esa moderación la compensó Renfe, que dedicó 14,4 millones sobre todo a renovación de trenes y estaciones. Entre ambas, el impulso a las cercanías se quedó en 25,6 millones. El Ejecutivo central quiere que se reactive el plan, con más financiación en los presupuestos que los ejercicios anteriores.

En materia de infraestructuras viarias, desde elPrincipado quiere que se aceleren las obras de la autovía delSuroccidente. En estos momentos está en ejecución la segunda calzada del tramo Salas-LaEspina y la primera de Cornellana-Salas, aunque esta última sufrió un parón por el argayo ocurrido el pasado mes de abril a la altura de Villazón. Este percance retrasa, como dijo el director general de Carreteras del Ministerio de Transportes, Javier Herrero, el pasado mes de julio el fin de las obras de la autovía hasta el verano de 2023.

Los fondos europeos también marcarán el devenir de Asturias, tanto a corto, como a medio y largo plazo, ya que con ellos se pretende adaptar el tejido económico de la región a los nuevos tiempos. El Principado pide al Gobierno de la nación agilidad en la gestión de estos fondos, tanto en los proyectos sectoriales –los que se impulsan desde la Administración–, como los empresariales, que serán básicos para la creación y mantenimiento del empleo.

Desde Asturias se reclama mayor agilidad y reducir los trámites burocráticos que impidan que la tramitación de los proyectos, especialmente los de las empresas, se eternicen y se corra el riesgo de pérdida de inversión. En el Principado ya se ha iniciado la reordenación de la Administración precisamente para evitar el atasco burocrático derivado de esta tramitación de proyectos.

También con cargo a los fondos europeos se espera financiar el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) del naval, donde participan los dos grandes astilleros de la región –Armón y Gondán– así como Windar. Por ello, el Principado reclama al Gobierno la aprobación de este plan que afianzará a las empresas asturianas como referencia mundial en la construcción naval.

Otro asunto que está en la lista de deberes del Gobierno central es el asunto del lobo. El Principado ya ha dejado claro que aplicará su plan de gestión, pese a que el Ministerio de Transición Ecológica ha incluido a este cánido en el listado de especies protegidas. El Ejecutivo ha dicho que el plan asturiano tiene encaje en su normativa, pero los controles de las poblaciones que se lleven a cabo deben pasar un proceso de autorización administrativa, lo que complica todavía más el proceso.

Finalmente, sobre la mesa, está el asunto de la financiación autonómica, cuyo nuevo modelo debe empezar a abordarse a lo largo del próximo trimestre. Ahí el Principado es tajante: solo aceptará un sistema solidario, que tenga en cuenta la demografía, dispersión poblacional y coste real de los servicios, no solo la capacidad financiera de cada autonomía.