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La médica Patricia Gómez atiende a una paciente en su consulta del centro de salud de Laviada. DAMIÁN ARIENZA
La red de Atención Primaria afronta el verano con 37 médicos menos que en 2021

La red de Atención Primaria afronta el verano con 37 médicos menos que en 2021

El Servicio de Salud acaba de incorporar a 36 nuevos facultativos, pero este año están previstas 73 jubilaciones y el próximo, 87

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Domingo, 3 de julio 2022

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En el centro de salud de Grado un cartel informaba a los pacientes de que, como cada verano, los consultorios periféricos de Sama, Bayo y Guruyés iban a permanecer cerrados hasta septiembre porque las vacaciones del personal sanitario impiden mantener la atención en esas parroquias. Pero desde el Servicio de Salud del Principado (Sespa) llegó la indicación de que se retirara el papel, para ser fieles a su compromiso de mantener abiertos «todos los dispositivos» este verano.

«Eso es inviable», rebate el presidente de la Sociedad Asturiana de Medicina Familiar y Comunitaria (SAMFYC), Rubén Villa. Y con él, la mayoría de sus colegas, partidarios de que «se le cuente la verdad a los pacientes para que, cuando vengan a los centros de salud, no se enfaden al tropezarse con la realidad». ¿Y cuál es esa realidad? «Las plantillas están al límite y no llegamos a todo. Al Sespa lo que le importa es tener la puerta de un consultorio abierta, cuando lo que debería importar es que la atención que se presta sea de calidad», expone Villa.

La falta de personal en Atención Primaria se ha convertido en un problema endémico, que se agudiza en períodos vacacionales o cuando surgen eventualidades como un repunte del coronavirus. De los 33 residentes MIR que terminaron este año la formación en Medicina de Familia, 26 ejercerán la especialidad en la sanidad asturiana, que, además, ha incorporado a otros 10 facultativos de fuera de la región. El Sespa considera que, con ese refuerzo, volverá «la normalidad» a los centros de salud.

El secretario general del Sindicato Médico Profesional de Asturias (Simpa), José Antonio Vidal, cuestiona esa supuesta normalidad. «Hay servicios que ya se cubren con dificultad ahora. En pleno julio o agosto no se van a poder cubrir. No basta con abrir un consultorio unas horas para salir del paso», sostiene. En algunos casos, los puntos periféricos no disponen de médico, sino solo de enfermera, porque «los compañeros de Atención Primaria ya no pueden dar más de sí».

Atención Primaria cuenta este año con 36 nuevos médicos. Pero se jubilan 73, lo que significa que el balance sigue siendo negativo y, en 2022, la red de Medicina Familiar y Comunitaria perderá 37 facultativos con respecto al año anterior. Y el futuro se presenta complicado, porque el año próximo está previsto que se jubilen 87 médicos de familia frente a los 42 MIR que completarán su especialidad. «Una cosa es el discurso político y otra cosa la realidad cotidiana. Sabemos que decirle a la gente que se cierran puntos de atención no da votos. Pero, si queremos dar un buen servicio, no va a quedar otro remedio que centralizar dispositivos», convienen organizaciones sindicales y sociedades científicas.

«Si no, tendrán que poner avatares (en internet y otras tecnologías de la comunicación, representación gráfica de una determinada persona) en las consultas», señala Antonio Fernandez, presidente en Asturias de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria. «Los políticos venden un modelo que está agotado», recalca.

Algunos profesionales ya empiezan a notar un aumento en la actividad asistencial, con agendas que superan ampliamente las 43 consultas por día que establece el Sespa. En las áreas urbanas ese aumento es mayor. «Hay centros de salud en los que faltan tres o cuatro médicos, por baja, jubilación o vacaciones. El verano se presenta mal», afirma Jesús Rodríguez Virgili, vocal de Atención Primaria en el Colegio Oficial de Médicos de Asturias. «El Principado lo fía todo a la voluntariedad de los médicos. Total, para qué, para luego decir que todo es normal», apostilla.

El consejero de Salud y la gerente del Sespa aseguraban este mismo mes que Primaria «funciona con la normalidad» y que no existe ninguna sobrecarga de trabajo a día de hoy. Y lo acompañaban de un dato: la demora media para ser atendido por un médico de familia es, en Asturias, de 1,15 días. «Los números salen mejor cuando se tira de tiempos medios de demora y datos absolutos, porque ahí entran los centros que tienen problemas y los que no. Pero eso no vale», matiza Rodríguez Virgili.

Las agendas, en algunos casos y algunos días, rozan las 60 consultas diarias por médico. Un centro de salud como el de Puerta la Villa, en Gijón, puede llegar a atender 200 urgencias en 24 horas. En Ventanielles (Oviedo) no hay verano o navidades en las que los profesionales sanitarios no se vean desbordados de trabajo. «La plantilla no quiere ni pensar en agosto», apunta Javier Alberdi, representante del Simpa en la junta de personal del Área IV. «Hay mucha enfermedad crónica que se ha complicado durante la pandemia. Mucho malestar psíquico», explica. De ahí que la actividad asistencial haya aumentado. Y para rematar: «Hay muchos profesionales sanitarios de baja por covid», debido al repunte que la pandemia ha experimentado en los últimos días.

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